José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y secretario de Organización del PSOE, ha quitado hierro este miércoles a los roces con Unidas Podemos en el seno del Gobierno, incluso a la reciente afirmación de Pablo Iglesias, vicepresidente segundo, sosteniendo que en España "no existe plena normalidad democrática"

"Estoy convencido de que -Pablo Iglesias- no puede formar parte de un Gobierno de un Estado que no es democrático. No creo que lo piense", ha defendido Ábalos, que entiende que su compañero, "a partir de ciertos elementos de anormalidad", ha utilizado esa "expresión" que puede llevar a "confusión". 

"Es normal que haya anormalidades -ha continuado Ábalos, entrevistado en SER Catalunya-. Si no las hubiera, dejaría de ser una democracia. No la hay perfecta ni cerrada. Lo que hay que hacer es profundizar en la democracia, en su calidad".

El ministro ha opinado incluso "en positivo" sobre la comparación que hizo el vicepresidente segundo del exilio republicano con la situación del expresidente de la Generalitat de Cataluña prófugo Carles Puigdemont: "Gracias a esa apreciación, que duele, ha permitido que hasta la derecha se haya apiadado de los exiliados". 

Ya sobre la coalición en términos generales, Ábalos asegura no vivirla "con el dramatismo que algunos quieren resaltar" y niega "deslealtad" de sus socios. "Es cómo lo encaremos. Es una formación -Podemos- muy antisistema en su origen y ahora ha tenido que asumir gestión de gobierno. Lo encajo con naturalidad. Lo que me importa es que estamos comprometidos en un proyecto común".

"Tendencia a desaparecer" del PP

Ábalos cree que en España "falta cultura de coalición", pero que para valorar la vigente en el Gobierno central sólo basta con comparar con la que comparten PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, en la que no deja en buen lugar al vicepresidente regional, Ignacio Aguado: "El ninguneo a uno de los socios es tremendo, un rol casi de humor".

Preguntado por si la oposición hace de "pegamento" PSOE-Unidas Podemos, el ministro no ha dudado en responder que sí. "Hay una tensión permanente, no hay sociedad ni persona que lo aguante y al final surge rechazo". A su juicio, "buena parte de la sociedad está horrorizada por una permanente tensión y obstrucción, por un deseo de que ocurra lo peor".

Sus palabras han ido referidas en especial al PP: "Es una formación que ahora mismo tiene tendencia a desaparecer. Es difícil intentar gobernar España siendo irrelevante en Cataluña, donde lo único que les preocupa es no ser superados por la ultraderecha".

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