El mismo día en que arrancaba el juicio contra Luis Bárcenas, el PSOE volvía a señalar a Pablo Casado como responsable de los casos de corrupción del PP. En la rueda de prensa de este lunes posterior a la reunión de la Ejecutiva socialista, su número tres, José Luis Ábalos, dedicaba una parte importante de su intervención inicial a arremeter contra el actual líder de los populares. A su juicio, las "prácticas corruptas" del PP, "se han mantenido inalterables durante cuarenta años y han recorrido a todos sus líderes", precisaba, remontándose al difunto Manuel Fraga. 

Preguntado sobre qué conducta concreta de Casado incurriría en corrupción, Ábalos contestaba: "Yo no estoy apelando a la moralidad, estoy apelando a la responsabilidad política" sentenciaba, recordando que a la cúpula socialista también se le ha exigido por el escándalo de los ERE de Andalucía. "Yo comparecí por eso en el 2019 y se montó toda una campaña por decir que no nos afectaba a la actual dirección aquellos sucesos", lamentaba el secretario de organización del PSOE.

A su juicio, no puede decirse lo mismo de la actual cúpula del PP con respecto al caso Bárcenas. De hecho, el ministro de Transportes pedía a Casado responsabilidades por mantener como senador a Javier Arenas o como presidente del PP de Madrid (la renovación de la dirección de los populares madrileños está pendiente) a Pío García Escudero, dos de los señalados por el extesorero del PP.  E incluso se refería Ábalos al actual portavoz del PP en la Cámara Alta, Javier Maroto, que entró en la dirección del PP al mismo tiempo que Casado, quien fue secretario de comunicación con Mariano Rajoy desde 2015.

"No hay contradicción"

Como en los últimos días hacían otros dirigentes socialistas, Ábalos insistía en afirmar que Casado llegó a la presidencia del PP en 2018 tras "perder" las primarias y solo gracias al apoyo de otra de las señaladas por Bárcenas, María Dolores de Cospedal.

Casado ganó aquellas primarias tras imponerse en la segunda vuelta (siguiendo el reglamento que establecen los estatutos del PP) a Soraya Sáenz de Santamaría, quien obtuvo mayor número de votos en la primera vuelta. Cospedal, tercera en discordia, apoyó a Casado en la votación final.  

Ábalos decía no "observar ninguna contradicción" en señalar a Casado como responsable político de prácticas corruptas pero, en cambio, no haberle llamado a declarar a la comisión de investigación parlamentaria sobre la Operación Kitchen. "Una cuestión es citar a personas que tengan que ver directamente con el caso y otra cosa muy distinta es que esta trama se hizo con un gobierno del PP y quien es líder ahora del PP, que se sigue llamando igual, pues es el señor Casado" concluía. 

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