Un grupo de inmigrantes desembarca en la playa del Cañuelo, en Tarifa.

Un grupo de inmigrantes desembarca en la playa del Cañuelo, en Tarifa. Jon Nazca Reuters

Andalucía

Cae una red que traficaba con personas y droga desde Marruecos a España: usaban niños para pilotar las lanchas

Cobraban hasta 14.000 euros a cada migrante por un "pack completo" de transporte y alojamiento. Habría introducido hasta 200 marroquíes en España.

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La Policía Nacional, en colaboración con Europol, ha desmantelado una red que traficaba con drogas y personas entre Marruecos y España. Según los investigadores, transportaban en barcas rápidas tanto los estupefacientes como los migrantes y usaban menores de edad para pilotar.

La organización, asentada en Algeciras y en Ceuta, operaba en el Estrecho de Gibraltar. Los agentes les han intervenido 22 kilos de hachís así como 10.800 píldoras de clonazepan, medicamento que se usa para fabricar lo que se conoce como "la droga de los pobres", según la Policía Nacional.

La banda usaba un método de carga "mixta", señalaninvestigadores. Eso significa que en la misma embarcación transportaban desde Marruecos hasta la Península la droga y las personas.

Para ello usaban barcos de fibra. Y encargaban en muchas ocasiones llevar esas embarcaciones a menores de edad. A los migrantes les cobraban hasta 14.600 euros por viaje y eso les daba derecho, señalan los agentes encargados de la operación, a un "pack completo".

Dicho "pack" suponía que el migrante tenía incluidos los desplazamientos así como las estancias en Marruecos y a la llegada a España o el país europeo acordado con la banda criminal.

Hasta 2,5 millones de euros

La Policía Nacional cree que esta red habría introducido en España hasta 200 personas migrantes desde Marruecos. Solo con esta rama de su actividad delictiva habrían 'facturado' hasta 2,5 millones de euros.

En una primera fase la red operaba desde Marruecos, donde hospedaban a los migrantes en la localidad de Castillejos. Desde aquí, se organizaba el pase inicial de los migrantes a través del mar mediante embarcaciones precarias o incluso a nado, en condiciones extremadamente peligrosas, haciendo uso de 'scooters' subacuáticos para facilitar el cruce de la frontera del Tarajal sin ser detectados.

Una vez lograban franquear la frontera marítima desde Marruecos, los migrantes eran trasladados de forma clandestina en vehículos hasta los denominados "pisos de seguridad" en Ceuta, donde eran retenidos contra su voluntad hasta que abonaban la totalidad del importe pactado por el viaje, que podía ascender hasta 14.600 euros según el país de destino final.

Durante este periodo muchos de ellos permanecían "en condiciones precarias, con escaso acceso a alimentos y bajo constantes amenazas", como ha indicado la Policía, añadiendo que eran liberados cuando las condiciones meteorológicas permitían realizar la travesía marítima hacia la costa gaditana de Algeciras. Aprovechando estos desplazamientos, la organización incrementaba el beneficio económico transportando simultáneamente grandes mochilas con sustancias estupefacientes.

Peligro

La peligrosidad de las travesías radicaba en el uso de embarcaciones de fibra pilotadas por personas sin experiencia, incluidos menores de edad seleccionados y adiestrados por la propia red. Estas embarcaciones carecían de chalecos salvavidas, dispositivos de navegación o cualquier medida de seguridad, y solían operar en condiciones climáticas adversas.

En muchos casos, el número de personas transportadas superaba la capacidad de las embarcaciones, que unido al incremento de peso por la droga cargada, multiplicaba el riesgo de naufragio.

Los pesquisas llevadas a cabo por los investigadores han permitido acreditar que el entramado criminal fletaba embarcaciones con "cargas mixtas", transportando simultáneamente migrantes y drogas, principalmente hachís, para de esta manera diversificar y maximizar sus beneficios.

En la fase final de la operación, en la que ha participado más de un centenar de agentes, se ha efectuado una inspección y seis registros domiciliarios en Algeciras, Ceuta e Ibiza (Islas Baleares). En uno de los registros en la ciudad autónoma de Ceuta, en el barrio del Príncipe, se han intervenido 7 kilos de hachís y 10.800 comprimidos de un clonazepam.

Droga

El total de los efectos intervenidos en los registros asciende a 22 kilos de hachís, 10.800 comprimidos de clonazepam, 47.000 euros en efectivo, dos embarcaciones, cinco vehículos, diversas joyas, garrafas de gasolina y varias armas blancas.

La Policía ha explicado que la organización criminal desarticulada poseía una estructura jerárquica definida en tres niveles. En la cúspide se encontraban dos individuos que ejercían el control estratégico y financiero de las operaciones, uno operaba desde Ibiza y otro desde Ceuta. Ambos han sido detenidos y están en prisión provisional.

Desde esta posición se encargaban de coordinar las rutas, establecer contactos en ambos lados de la frontera y gestionar los pagos exigidos a los migrantes.

En el segundo nivel estaban los encargados del cruce marítimo, incluidos menores de edad adiestrados como pilotos y personas que guiaban a los migrantes a nado con 'scooters' subacuáticos para eludir los controles fronterizos.

El tercer nivel comprendía a aquellos individuos que prestaban apoyo logístico en tierra. Estos eran los encargados del traslado de los migrantes hasta pisos de seguridad y vigilancia de los mismos, custodiaban sustancias estupefacientes y efectuaban el cobro de los pagos por la travesía.