El apoyo del portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, a los violentos disturbios que se produjeron en el centro de Madrid por el encarcelamiento de Pablo Hasél ha soliviantado a centenares de agentes de Policía Nacional en todo el territorio. Tras una noche de protestas que se saldó con 19 detenidos y 55 heridos  -35 de ellos policías-, algunos ya exigen responsabilidades al representante de la formación morada por "instigar a quienes ejercen la violencia"

Es el caso del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), desde donde se exige que si los incidentes continúan "y son de gravedad" que la Fiscalía investigue los mensajes propagados por Echenique en las redes sociales, por si de ellos pudiera derivarse alguna responsabilidad penal por incitación a la violencia. 

"Que uno de los partidos que forman parte del Gobierno anime, apoye y se solidarice con quienes están protagonizando disturbios en Madrid y en otras ciudades de nuestro país, sea cual sea el motivo de los mismos, resulta escandaloso", señalan desde el SUP.

"Mensajes que instigan a quienes ejercen la violencia no pueden tener cabida en nuestro sistema democrático porque, una vez se desatan estos incidentes, quienes los sufren y pagan son los ciudadanos, que ven como sus propiedades son arrasadas por el terrorismo callejero, por turbas de descontrolados que pretenden, desde la minoría, coartar la paz y la convivencia de la inmensa mayoría", insisten.

"Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles", declaró Echenique en sus redes sociales, ante lo cual recibió millares de respuestas criticando su mensaje. Uno de ellos fue el que le envió José Fernández Sánchez, concejal del distrito Centro por el Partido Popular, tras las proclamas del portavoz de Podemos. "Te invito a que me acompañes mañana a ver las tiendas que han sido saqueadas y roto sus escaparates y les digas esto mismo a la cara".

Desde el SUP aprovechan lo ocurrido para realizar un llamamiento al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con el fin de que le exija a Echenique una rectificación y "una defensa cerrada del trabajo de la UIP (Unidad de Intervención Policial, conocidos como antidisturbios) y la UPR en toda España, que restablecen el orden alterado por estos grupos de violentos".

El sindicato criticó que una vez más "desde uno de los partidos del Gobierno se legitimen las protestas sin acompañar ese mensaje de una rotunda condena a la violencia".

Disturbios en las calles

La detención el pasado lunes en la Universidad de Lérida de Pablo Hasél se convirtió en pistoletazo de salida para una violencia que España no conocía desde la sentencia del procés el ya lejano 14 de octubre de 2019. La sentencia al rapero, una condena de 9 meses de prisión, suponía su ingreso en la cárcel al añadirse a otras penas anteriores que ya se le habían impuesto por delitos anteriores que conllevaban a su vez penas de prisión.

Tal hecho estimuló el inicio de una serie de algaradas callejeras que han encontrado a su vez respaldo político. Mientras José Luis Martínez Almeida y Ada Colau, alcaldes de Madrid y Barcelona, rechazaban cualquier tipo de violencia, llamaban a la calma y secundaban la actuación de las fuerzas del orden en sus ciudades, Pablo Echenique alentaba desde su cuenta de Twitter a los manifestantes.

"A estos violentos la libertad de expresión no les importa; cualquier excusa es buena para hacer lo único que saben hacer, que es arrasar todo aquello que encuentran a su paso. No defienden derechos, los pisotean", han querido incidir desde el SUP.

Los representantes de los agentes del cuerpo han querido rematar su comunicado explicando que quienes jalean y animan en redes sociales a estos actos "vandálicos", "como algún destacado portavoz de un partido que forma parte del Gobierno, muestran su verdadera cara, la de quienes encuentran en la confrontación su caldo de cultivo electoralista".

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