No son pocos los terremotos que sacuden los cimientos de la Policía Nacional. Movimientos subrepticios y salpicados de fangos políticos; problemas económicos, con la equiparación salarial como reto más urgente; las declaraciones en el juicio del procés. "Atravesamos un momento difícil", admite la subinspectora Mónica Gracia, secretaria general del Sindicato Unificado de Policía (SUP). Pero saca pecho por el trabajo que realizan sus compañeros. Frente a las adversidades, en muchos casos.

"Nos han dejado vendidos", lamenta sobre el papel del Cuerpo en Cataluña. ¿Las posibles corrupciones dentro de la Policía? "La Justicia dirá", sostiene. Pero si hay visos de corrupción, "no quiero a esos compañeros conmigo". Afirma que hay duplicidades entre policías y Guardia Civil y que en un futuro habrá que hablar de unificación de muchas de sus estructuras.

La subinspectora, que ha desempeñado buena parte de su carrera en el aeropuerto del Prat, insiste en que el SUP es el principal sindicato dentro de la Policía: "Invito a los demás a que den sus cifras y nosotros también lo haremos". Es secretaria general del sindicato desde 2013; la única mujer con este cargo dentro del sector: "No me gusta que se entre en esto, porque es muestra de que la integración de la mujer es un tema que todavía no está superado".

Mónica Gracia atiende a EL ESPAÑOL en la sede del SUP Nacional, en Carabanchel. 

Corrupción policial

La Policía está atravesando un momento difícil en el que ciertos episodios empañan la profesionalidad del Cuerpo. Quién no conoce al ex comisario José Villarejo, por ejemplo. Pero también de la llamada brigada policial del PP.

Para mí los patriotas son los 65.000 policías que trabajan a diario en las condiciones en las que estamos. Me duele es que se manche la imagen de una institución que es la mejor valorada por algo que han hecho, si lo han hecho, un número tan pequeño de personas. Si a nuestros mandos se les dieran garantías en sus puestos de trabajo, muchas de estas cosas no pasarían.

Hablando de mandos y de cadenas de mando. ¿Es posible que ciertos superiores no tuviesen constancia de la existencia de ciertas estructuras paralelas?

Lo que pasa es que, y vuelvo a insistir, son casos aislados. 

Eugenio Pino, en la Audiencia Nacional. EFE

Pero muy duros.

Sí, pero la Policía Nacional cumple la legalidad a rajatabla. Salen uno, dos o tres… pero no es el sistema. Sí que creo que, si se ha actuado ilegalmente, ha sido totalmente en paralelo. ¿Por qué? Como policías, si hubiéramos tenido conocimiento de que ocurría algo así, hubiéramos sido los primeros en denunciarlo. Si esto se ha dado, ha vivido de espaldas al resto del colectivo. Ha sido un ciclo muy cerrado, muy concreto, y el resto hemos vivido de espaldas. No me cabe en la cabeza que ningún policía entre al juego de cualquier político. A mí me dicen hace años que esto ocurre en la Policía y me juego en la mano. Y sigo pensando que no la hubiera perdido.

Todo esto empieza a abrirse paso en los tribunales.

La Justicia es la que tiene que poner y quitar la razón. No quiero a compañeros que estén fuera de la ley, pero tampoco vamos a permitir que los responsables sean un inspector jefe, dos subinspectores y tres policías. No, perdone. Esto es algo mucho más importante. A estos señores alguien les habrá dicho que lo hagan. Y si esta mal, que lo cumpla. Si hay políticos, que también recaiga todo el peso de la ley sobre ellos. 

Tenemos un órgano interno, el Consejo de la Policía, donde se denuncian casos de compañeros -que son pocos- que han estado con temas de drogas o bandas organizadas. Esta organización nunca lo va a defender, para nosotros no son compañeros. Lo que queremos es lo que se merecen los ciudadanos, los mejores policías. Esos garbanzos negros tienen que estar fuera del Cuerpo. Tampoco tenemos que estar dándole publicidad, para eso tenemos nuestro régimen disciplinario y nuestros juzgados.

Equiparación salarial

Saltemos a otro tema polémico que llena titulares de portadas: la equiparación salarial.

El acuerdo del año pasado es un hecho histórico, aunque hay a quien no le gusta. Eso sí, si no lo hubiéramos firmado los policías no tendrían hoy 380 euros más en el bolsillo. Y el año que viene, 561 euros. Si no llegamos a firmarlo y ocurre lo que ha ocurrido, hubiera entrado otro partido y nos habríamos visto sin un duro. Yo creo que a nadie se les escapa que si el PSOE lo cumple es porque se ve obligado y porque salió en el BOE, porque nosotros nos empeñamos en que saliese. 

¿El PSOE está obligado? Según publica El Independiente, Fernando Grande-Marlaska ha preguntado al Consejo de Estado un informe sobre el grado de "vinculación jurídica" que tiene Interior sobre el acuerdo de equiparación.

Habrá que ver si es así. Lo que tenemos claro es que si el Gobierno no cumple nos van a encontrar enfrente. Ahora hay ciertas disfunciones, como el informe de la consultora que tenían que habernos hecho llegar sobre cómo está la equiparación. Ya hemos hecho una primera denuncia en el portal de transparencia y nos tienen que dar una respuesta en un mes. Exigimos que se cumpla acuerdo y que la Secretaría de Estado nos facilite los datos de la consultor. 

El ministro de Interior, Grande-Marlaska, junto a el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo. Ministerio de Interior

Hay quienes sospechan que tanta tardanza en entregar el informe de la consultora es porque conlleve malas noticias sobre el estado de la equiparación.

El año 2018 se cumplió íntegro y 2019 ya lo tenemos garantizado. Este problema sería para 2020. Marlaska tiene que mirar si es viable o no. Lo que no puede ser es que seamos la policía peor pagada, que es como nos sentimos. No podemos permitir que se nos siga dejando como los hermanos pobres de la seguridad. Si el señor Marlaska nos quiere tener enfrente, nos va a tener. 

El juicio del 'procés' y Cataluña

Vayamos a Cataluña. Usted es policía y catalana. Y estamos viviendo ahora un juicio histórico, el del procés.

Sigo teniendo ahí a mi familia. El tema ya está en los manteles de las casas y en muchos casos hasta hemos dejado de hablar de según qué temas para no generar tensiones. Como catalana me duele, porque soy catalana pero también soy española. Lo que tengo claro es que no me gustaría una fractura de mi país y por eso lo pienso defender. Como policía...

Un paréntesis. Desde el SUP también hablaron de que la placa que colocó Ada Colau en Barcelona, frente a la jefatura de la Policía en la vía Laietana [señalando que fue el centro de torturas y represión durante el franquismo], propiciaba esa fractura social.

Lo hemos denunciado. Es una provocación más. Nuestros compañeros en Cataluña llevan bastante tiempo viviendo una situación tan dantesca como la que se vivió hace años en el País Vasco. No llegamos a tener miembros asesinados porque no hay esa banda terrorista, pero sí hay un rechazo social. Muchos compañeros no les dicen a sus hijos que son policías; lavan el uniforme y lo tienden dentro de casa. Y con hechos como los de Colau se genera más odio. Nosotros no somos los que venimos a echar a nadie. Lo que venimos a hacer es cumplir la ley y que ellos la cumplan. 

En esa denuncia por la placa, ustedes decían que ciertos sectores independentistas usaban a la Policía como ariete.

Sí. Lo hemos visto no sólo en Cataluña, también en el parlamento vasco. Ayer nos llamaron "nazis". Nos gustaría que los políticos nos defiendan. El Gobierno no lo está haciendo.

Volvamos al juicio del procés. Ha hecho su valoración como ciudadana catalana. ¿Y como policía?

Nos dejaron vendidos. Esa es la realidad. Siempre hemos dicho que el señor Pérez de los Cobos [de la Guardia Civil] no tenía que haber dirigido el operativo, porque es un operativo policial y esto tendría que haber sido dirigido por la Policía. Y quién dudaba que los Mossos d'Esquadra no iban a cumplir su parte. No todos, pero había un sector que no estaba de acuerdo en lo que se iba a hacer. Si hubiéramos preparado el operativo solo con Policía Nacional y Guardia Civil no se habrían visto muchas de las imágenes que hemos visto. Los Mossos tenían que ser los primeros en primer lugar, pero no lo hicieron.

Y la Policía llegó tarde, cuando ya sólo quedaba actuar.

Cuando nos mandaron. El problema es que el escenario era muy complicado.

Quiero decir que se obligó a ser reactivo y no proactivo.

Claro. Utilizamos la menor fuerza para hacer cumplir la ley, que era desalojar a todos los que estaban en las puertas y que no se votara porque era ilegal. Si tienes que levantar a alguien y esa persona empieza a pegar patadas, tienes que utilizar cierta fuerza. Y se ven ciertas imágenes que no son agradables ni para nosotros. Pero no nos quedaba otra forma.

Y temen que la responsabilidad recaiga exclusivamente en sus compañeros de la Policía.

Esperemos que no. No son responsables de nada. Aquí hay un político que es el que ordena hacer las cosas. Cuando te ordenan cargar, hay un Delegado del Gobierno, que supervisa todo.

Zoido: "La actuación policial el 1-O fue proporcionada a las circunstancias" Efe

También un ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Quien por cierto ya declaró en el juicio y despertó cierta polémica por su intervención.

Pues sí. Me gustaría agradecer a José Antonio Nieto, ex secretario de Estado, que fuese valiente y contase las cosas como fueron. Nosotros fuimos a cumplir la ley. Como cuando hablamos de la policía patriótica: a nadie se le escapa que los policías no fueron porque les apeteció, les dieron una orden. 

La situación de la Policía

Hablando de la coordinación con Mossos, Guardia Civil y otros cuerpos policiales. Al mencionar los principales retos policiales, ustedes suelen decir que hay un grave problema de duplicidades.

Hay Comunidades Autónomas en las que estamos operando cuatro policías distintas. Eso es ingobernable. Policía Local, autonómica, Nacional y Guardia Civil. Hay casos en los que un mismo delito lo investigamos cuatro cuerpos. El gasto que le supone al Estado el modelo policial es una ruina. Tenemos duplicidad de servicios y no tiene ningún sentido. Los partidos tendrían que ir al unísono, cosa que ahora parece imposible, y que hablen sobre si cabe la unificación de algunos cuerpos. Lo que es urgente es que se unifiquen muchos servicios: no tiene ningún sentido que haya 10.000 guardias civiles en Madrid, cuando Madrid es territorio de la Policía Nacional, y que tengamos un montón de pueblos sin nadie en los cuarteles. Tendría que haber una sola policía estatal con competencias muy claras.

Habla de unificar servicios. ¿También de compartir información? Costó bastante que los Mossos d'Esquadra entrasen en el CITCO, por ejemplo.

Lo que no pueden pretender algunos es que abramos nuestras vías de comunicación y que las suyas sean opacas. El modelo tiene que estructurarse partiendo de la base de la lealtad al Estado y a los ciudadanos. 

Un Mosso d' Esquadra, una Guardia Civil y un Policia Nacional.

¿Y si no quisieran? ¿Habría que obligarles?

En algunos casos, primero intentar convencer y después obligar. Es la única forma de que las cosas funcionen. Si no, al final nunca llegaremos a la excelencia.

Habla de cambios profundos en un momento de gran inestabilidad política.

El escenario político no nos beneficia en nada. Se paralizan trámites relacionados con el modelo policial, la ley de seguridad ciudadana, la ley de retribuciones…

En definitiva, les gustaría hacer profundas reformas en el modelo policial.

El modelo policial en España es un fracaso. Nos regimos por una ley que es del 86, totalmente obsoleta. Tendría que ser una cuestión de Estado, pero viendo el panorama es difícil que se pongan de acuerdo como hicieron en el 86.

¿Ese es, a su juicio, el principal problema del Cuerpo?

Y la ley de personal. Tenemos una norma interna muy obsoleta, muy dispersa, con muchos reglamentos... y queríamos aunarlo en una sola ley. Pero no una ley en la que se nos coarte derechos, como hace la de ahora. Yo no puedo vivir donde quiera. Soy la peor pagada y encima me obligan a vivir en las ciudades, que es donde tenemos la competencias, donde es más cara la vida. También es muy negativo que, ahora mismo, para ascender a la escala ejecutiva, o tengo el grado o no voy a poder ascender por culpa de esa ley. Quien no tiene bachiller no puede hacer cursos formativos. A lo mejor un compañero con 35 o 40 años no va a poder ascender en la vida.

También habría que afrontar el tema de las pensiones, ya sea por jubilación, viudedad u orfandad. Para eso proponemos la reclasificación en el grupo B [EL ESPAÑOL ya abordó esta propuesta en este artículo].

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