La placa que ha colocado el Ayuntamiento de Barcelona, dirigido por Ada Colau, en la vía Laietana de Barcelona ha provocado una profunda irritación en el seno de la Policía Nacional. En el rótulo, ubicado justo delante de la Jefatura Superior del cuerpo en Cataluña, se detalla que dicho edificio fue epicentro de la represión franquista, de las torturas y de la persecución política en el pasado. En respuesta, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) le ha pedido a la alcaldesa de la ciudad que retire la placa: "Es un atentado contra la convivencia".

En concreto, el SUP lamenta que este episodio suponga un nuevo "ataque" de parte del "independentismo catalán" hacia la Policía y sus miembros: "Iniciativas como esta suponen un atentado contra la convivencia y la estigmatización del colectivo de policías nacionales", aborda el sindicato.

La placa ha sido instalada en las últimas horas frente al número 43 de la vía Laietana, donde se ubica la Jefatura Superior de la Policía en Cataluña. Con el incremento de la tensión que se produjo en Barcelona en torno a los episodios del referéndum ilegal del 1-O, este lugar se convirtió en punto clave de las presiones contra los agentes.

En la placa se puede ahora leer que esas dependencias fueron el epicentro de la "represión franquista" y de las "torturas". El SUP advierte que muchos de los agentes allí destinados son catalanes y más del 70 por ciento son "nacidos en democracia". También que "prestan servicio a la sociedad catalana".

El sindicato habla de la "persistencia" y la "impunidad" de estas iniciativas de "responsables políticos separatistas". Y apunta que la imagen de la Policía Nacional es utilizada como "ariete": "Se genera la exclusión y el rechazo de una parte de la ciudadanía y la desafección de la sociedad hacia cualquier representación del Estado en esta Comunidad Autónoma".

"Denunciamos el abandono institucional de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en esta Comunidad exigiendo a la alcaldesa de Barcelona, a los grupos políticos del Parlament y a la Delegación de Gobierno que realicen cuantas gestiones sean necesarias para la retirada de este tipo de simbología, utilizada como cuña en la fractura de la sociedad catalana, así como la salvaguarda de la imagen, la dignidad, y la profesionalidad de cuantos integran estos cuerpos policiales", concluye el SUP.

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