Daniel Basteiro Daniel Ramírez

Mariano Rajoy da marcha atrás. Tras respaldar el principio de acuerdo para la gestión de la crisis de los refugiados en Europa sellado el pasado lunes, todas las fuerzas del Congreso -con la excepción del PP- echaron en cara al presidente haber adoptado su postura en funciones y sin consultar antes a la Cámara.

El pacto con Ankara asume la devolución a Turquía de todos los solicitantes de asilo que hayan llegado a las costas griegas, incluidos los sirios. A cambio, refugiados de este país podrían ser reasentados en la Unión Europea. Tras conocer el espaldarazo de Rajoy al acuerdo, todos los grupos políticos pidieron a Rajoy su presencia en el Congreso antes de la votación definitiva de este principio de acuerdo, que tendrá lugar el 17 y el 18 de marzo en el Consejo Europeo.

Ciudadanos calificó la posible medida de "subcontratación del problema", Podemos habló de "vulneración de la legislación internacional" y el PSOE se refirió a "una omisión de la responsabilidad de la UE respecto a la promoción de los derechos humanos". Pedro Sánchez llegó incluso a pedir por carta a Rajoy su comparecencia en el Congreso.

El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, dijo que el problema de los refugiados es un dilema entre "Guatemala y Guatepeor", y que el "verdadero problema" es atajar las causas que producen la migración y las peticiones de asilo.

En Los Desayunos de TVE, Margallo aseguró que "ningún país del mundo" puede acoger a las miles de personas que proceden fundamentalmente de Siria e Irak, y lamentó que Europa "no está haciendo lo que puede".

Rajoy recula

Tras el Consejo de Ministros, Soraya Sáenz de Santamaría -en la rueda de prensa semanal- dijo que el Ejecutivo "sabe que está en funciones" y que no firmará el acuerdo de los refugiados "sin el consenso de la Cámara".

Santamaría, además, trató de quitar importancia al preacuerdo alcanzado el pasado lunes: "La reunión fue informal, no se firmó nada y las instituciones y los Estados aún van a tener tiempo para trabajar y matizar los pactos anunciados".

La vicepresidenta puntualizó que la reunión fue informal, que no se firmó aún nada y que las instituciones comunitarias y los Estados aún van a tener tiempo para trabajar y matizar los pactos anunciados.

El precedente de Margallo

Pero, ¿cómo buscará Rajoy ese consenso? ¿Acudirá al Congreso como le exigen el resto de partidos? Después de mencionar que este tipo de comparecencias deben darse sólo en situaciones "excepcionales", aseguró: "Si las Cámaras no pueden mandatar a un Gobierno en funciones, ¿cómo van a poder controlarlo? No se puede soplar y sorber al mismo tiempo".

Hace dos semanas, el Gobierno en funciones se vio en esta misma tesitura cuando tuvo que consensuar la postura de España en torno al Brexit -salida de Gran Bretaña de la Unión Europea-. García-Margallo reunió a los portavoces de exteriores de los distintos grupos políticos en el ministerio y, después, compareció en el Congreso en la comisión del ramo.

Pasando o no por la Cámara baja, Mariano Rajoy dispone de seis días para tomar una decisión y concretar la postura que adoptará España en la votación definitiva del acuerdo de la crisis de los refugiados.

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