Regina Domingo buceando con delfines.

Regina Domingo buceando con delfines. Cedida

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De salvar tiburones a dirigir proyectos de conservación en Baja California: la historia de la española Regina Domingo

Esta catalana se fue a vivir a Costa Rica empujada por su fascinación por la naturaleza y doce años después intenta concienciar a la sociedad.

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"Esto no era un capricho, era una llamada. Una misión que pocos tienen la suerte, o la responsabilidad, de sentir en esta vida", confiesa Regina Domingo (Barcelona, 1985). Abandonó su vida en España para seguir algo tan profundo como el océano que quería proteger

El catalizador de su transformación fue el documental Sharkwater de Rob Stewart, que revelaba el problema de la pesca del escualo por algo de tan poco valor como las aletas: "Cada escena era una llamada al corazón, una verdad que no podía ignorar", recuerda.

La pasión por la conservación llegó tan hondo que Domingo decidió dejarlo todo: su trabajo, su familia, sus amigos y hasta a su perrita Ela para embarcarse como voluntaria en la lucha contra la pesca ilegal de tiburones.

En 2012, Domingo llegó a la Isla del Coco (Costa Rica), un santuario marino deshabitado donde patrulló junto a guardaparques y se enfrentó a embarcaciones pesqueras ilegales. Utilizaban líneas para capturar tiburones martillo y otras especies protegidas.

Su estancia de 63 días en la isla —el doble del tiempo habitual— la cambió profundamente. "La Isla del Coco me enseñó, me moldeó y me dio un propósito", afirma.

Regina Domingo.

Regina Domingo. Cedida

Domingo se llevó de ese tiempo experiencias únicas, como bucear entre cientos de tiburones y explorar las maravillosas y desconocidas profundidades del océano. Gracias a eso, decidió fundar Nakawe Project, una organización que dedica sus esfuerzos a proteger los ecosistemas marinos y las especies que los habitan.

Ciencia, conservación y comunidad

En la actualidad, Domingo vive en Baja California Sur (México), un lugar lleno de contrastes, dunas, sierras y un mar que Jacques Cousteau describió como "el acuario del mundo". Desde allí, lidera proyectos de investigación y conservación enfocados en tiburones, mamíferos marinos y terrestres en los que combina ciencia, educación y trabajo con comunidades locales.

Uno de los proyectos más destacados es el estudio de cetáceos en el Parque Nacional Bahía de Loreto. Allí, en colaboración con CICESE (el CSIC mexicano) recopila datos sobre la distribución y los hábitats de las especies para enfrentarse a diversas amenazas; como el turismo masivo y los megaproyectos urbanísticos.

Regina, a la derecha, en una de sus expediciones.

Regina, a la derecha, en una de sus expediciones. Cedida

Domingo quiere combatir la masificación con la campaña WildlifeOverLikes, que busca combatir el turismo irresponsable promovido en redes sociales, como nadar con ballenas y orcas. "Estas prácticas generan estrés en los animales y alteran su ciclo de vida, afectando su bienestar y supervivencia", explica.

Ahora también está centrando en tierra adentro. En colaboración con rancheros, están estudiando la biodiversidad, como el puma, que cumple un papel ecológico similar al de los tiburones en el mar. "Enfrentan amenazas graves debido a su aislamiento genético, la caza furtiva y los conflictos con los rancheros", detalla Domingo.

Desde Nakawe reclaman que la educación y la participación de las comunidades locales son fundamentales. "Solo a través de la convivencia diaria, escuchando sus historias y compartiendo experiencias, podemos establecer una base sólida de colaboración", afirma. La organización ha implementado talleres comunitarios y promovido el turismo regenerativo, una práctica que busca preservar los ecosistemas y beneficiar a la gente del lugar.

El dilema de las comunidades locales

Uno de los mayores retos que enfrenta Domingo es el impacto del turismo masivo en los ecosistemas. "Hemos pavimentado suelos, talado bosques y sobreexplotado mares, muchas veces sin comprender el delicado equilibrio que sostenía esas redes de vida", lamenta. A través de iniciativas como la campaña WildlifeOverLikes, busca educar a los viajeros sobre los efectos nocivos del turismo irresponsable y promover alternativas sostenibles.

Las expediciones de Nekawe Proyect combinan ciencia, educación y bajo impacto.

Las expediciones de Nekawe Proyect combinan ciencia, educación y bajo impacto. Cedida

Sin embargo, Domingo reconoce que "cambiar las costumbres de las comunidades de los nativos no es una tarea sencilla. Sin embargo, al vivir y trabajar codo a codo con ellos, se crea una relación de confianza y entendimiento mutuo". Al final las comunidades se involucran y entienden la necesidad de cambio.

La clave, según Domingo, está en mostrar cómo el turismo regenerativo puede ser una fuente de ingresos que respete la naturaleza. "Nuestro objetivo es que las comunidades locales se conviertan en guardianes de la biodiversidad, promoviendo prácticas sostenibles que beneficien tanto a la naturaleza como a ellos mismos", afirma. Por eso, trabaja para cambiar el estilo del turismo más extendido.

No hay interés internacional

El interés de Domingo por la conservación le llevó hasta la COP29, en Azerbaiyán. Ella esperaba ver avances significativos en la lucha contra la crisis climática, sin embargo, la experiencia fue desalentadora. "Los países más ricos presionaron a los de ingresos bajos para aceptar un acuerdo de financiamiento que no es una solución, sino una trampa", afirma.

La falta de avances en la eliminación de los combustibles fósiles y la perpetuación de un modelo económico insostenible fueron, para Domingo, señales claras de la falta de voluntad política. Y advierte: "Las comunidades más vulnerables seguirán pagando el precio más alto".

Pero, a pesar de su frustración, no pierde la esperanza. Su visión para el futuro está arraigada en la acción local y en la educación. Para ella, el cambio empieza con pequeñas acciones individuales que, sumadas, tienen que generar un impacto global.

"La naturaleza no nos pertenece; nosotros le pertenecemos a ella", concluye Domingo. Con esa filosofía,  continúa su lucha para proteger los últimos refugios de biodiversidad en el planeta.