El sueño de Silvia Antón Sempere siempre había sido dedicarse a la biología, pero no lo supo hasta el instituto, cuando pudo conocer las bases de esta disciplina y se enamoró de ella. Tuvo claro, desde ese momento, que su futuro, tanto académico como profesional, iba a estar marcado por esta asignatura que cursó a comienzos de la educación secundaria. 

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Este deseo de ir más allá e innovar para biorremediación del entorno marítimo es precisamente lo que le ha llevado a participar en el proyecto del Parque Científico de la Universidad de Alicante denominado 'Emprender con nombre de mujer'. En él, trata de dar visibilidad a las historias de mujeres científicas y emprendedoras con el objetivo de, como cuenta la propia Antón, "derribar todas las barreras de la mujer científica tradicional".

Más adelante, cuando llegó a su etapa universitaria, se decantó por estudiar el grado de Ciencias del Mar en la Universidad de Alicante. A pesar de haber escogido una carrera que profundiza en el estudio de los océanos, sentía todavía cierta incertidumbre en cuanto al mar: le aterraba y le atraía a partes iguales. 

Estudios universitarios

Durante sus cuatro años de formación en la institución alicantina se adentró tanto en la observación y el análisis de los mares, océanos y todo lo relacionado con ellos, como la estructura, la composición y dinámica de dichos cuerpos de agua, pasando por procesos físicos como las corrientes y las mareas, hasta los geológicos como la sedimentación o la expansión del fondo oceánico, o los biológicos. 

Todo este aprendizaje ayudó a Antón a descubrir todas las posibilidades que podía ofrecer el océano. Fue, entonces, consciente de que los mares estaban llenos de recursos con múltiples aplicaciones potenciales. Sin embargo, también se dio cuenta de la responsabilidad que debía asumir, ya que una mala gestión podría desembocar un desequilibrio entre ecosistemas y acabar en importantes desastres naturales. 

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Tras sus estudios universitarios, decidió especializarse en un máster de Ecología Marina en la Universidad de las Islas Baleares para ampliar sus conocimientos sobre las relaciones de los seres vivos que habitan en el mar, tanto entre sí como con su entorno. Profundizó en los procesos que ocurren en el mar, así como los relacionados con las actividades humanas dentro de un contexto de ecosistema. 

De la teoría a la práctica 

Fue entonces cuando, a partir del trabajo de fin de máster, le surgió la oportunidad de emprender. Su pasión por los ecosistemas marinos le llevó a convertirse en cofundadora de Mediterranean Algae en octubre de 2020, donde ocupa el puesto de Chief Sustainability Officer, o director de sustentabilidad en castellano. 

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Su 'start-up' se centra en la actividad de cultivo de las macroalgas autóctonas del Mediterráno en tierra firme con el objetivo de obtener biomasa y compuestos bioactivos de alto valor alimentario, cosmético y nutracéutico.

Ahora, la autodefinida como talasofílica en su cuenta de Instagram, parece que finalmente se ha decantado por un amor intenso hacia los océanos y los mares, dejando atrás sus temores de principio de carrera.