Estamos ya muy acostumbrados, lamentablemente, a escuchar y a ver las consecuencias del cambio climático, que pueden ser irreversibles si no se toman medidas urgentes. Según las Naciones Unidas, la concentración de CO₂ en la atmosfera se ha acelerado en los últimos años, provocando el calentamiento de los océanos, el aumento del nivel del mar, la descongelación de los polos, la pérdida de biodiversidad y fenómenos meteorológicos extremos, tales como olas de calor prolongadas, incendios, sequías, terremotos, inundaciones y tsunamis.

La buena noticia es que tenemos a nuestro alcance soluciones viables para que los países, las personas y las empresas puedan tener una actividad sostenible frente al cambio climático. Y aquí es donde entran en juego los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la hoja de ruta global para abordar los desafíos sociales, económicos y ambientales que enfrenta nuestro planeta.

Desde la erradicación de la pobreza hasta la acción climática, estos objetivos trascienden fronteras y requieren de la participación activa y consciente de gobiernos, empresas y ciudadanos. En este contexto, las instituciones financieras desempeñan un papel crucial al facilitar la transición hacia un futuro más sostenible a través de la promoción de prácticas sostenibles.

Desde hace más de 15 años, el Grupo Caja Ingenieros está totalmente comprometido con la sostenibilidad y desde su creación con los ODS fijados por la Agenda 2030, impactando en mayor medida en el ODS 8, trabajo decente y crecimiento económico; el ODS 9, industria, innovación e infraestructura; y el ODS 13, acción por el clima.

En relación con este último ODS, las instituciones financieras tenemos la responsabilidad de liderar este camino, ya que todos nuestros movimientos financieros tienen un impacto ambiental. Compras, transacciones y consumos repercuten en mayor o menor medida en el planeta y por eso es importante que seamos conscientes de cuál es ese impacto y qué podemos hacer para reducirlo.

Así, en nuestro afán por contribuir a estos objetivos, hemos dado otro paso adelante, en colaboración con Mastercard y la fintech sueca Doconomy —proveedor para la calculadora de huella de carbono de Naciones Unidas—, al introducir una herramienta innovadora, llamada Impacto Ambiental, que permite a los usuarios evaluar y comprender el impacto ambiental de sus transacciones económicas a través de nuestra aplicación.

Este enfoque pionero no solo demuestra el compromiso de la entidad con la sostenibilidad, sino que también empodera a las personas para tomar decisiones informadas y responsables.

Esta aplicación se une a la ya vigente calculadora CIMS que permite medir como las inversiones en los Fondos de Inversión de Caja Ingenieros generan un impacto positivo y medible en el Planeta.

Entrando en detalles, la medición de la huella de carbono e hídrica no es solo una cuestión técnica; es una herramienta educativa poderosa. Al proporcionar a los usuarios la capacidad de visualizar el impacto ambiental de sus decisiones de consumo, buscamos fomentar la conciencia y la responsabilidad individual, un enfoque educativo clave para inspirar cambios de comportamiento que, a largo plazo, contribuirán a la consecución de los ODS.

La huella de carbono, que mide las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con las actividades humanas, y la huella hídrica, que evalúa el uso de agua directo e indirecto, son indicadores cruciales para comprender cómo nuestras elecciones económicas y de consumo, afectan al medio ambiente. Pero más allá de la medición, también es importante proponer acciones concretas para reducir la huella ambiental generada.

Este enfoque proactivo es esencial para transformar la conciencia en acción generando así impactos positivos. Desde opciones de inversión sostenible, también medibles como indicábamos anteriormente, por la Calculadora CIMS, hasta sugerencias, consejos y retos fáciles de entender y aplicar, para disminuir el consumo de recursos, la aplicación se convierte en una valiosa aliada para aquellos que buscan alinear sus decisiones económicas y financieras con prácticas sostenibles.

Y es que en un mundo cada vez más conectado, la tecnología también puede utilizarse para crear un impacto positivo, y es fundamental la transparencia en las prácticas económicas y financieras y la responsabilidad en la toma de decisiones para un sistema financiero sostenible.

En conclusión, la introducción de la medición de la huella de carbono e hídrica en la aplicación de Caja Ingenieros es un paso significativo hacia la integración de las finanzas sostenibles en la vida cotidiana de los usuarios, que se enmarca en nuestro modelo de banca cooperativa, donde los principios éticos y sociales son fundamentales.

Como prueba de ello, en Caja Ingenieros también ofrecemos un amplio abanico de productos y servicios sostenibles que promueven unas finanzas sostenibles y de impacto positivo. De hecho, actualmente el 81% del patrimonio gestionado en fondos de inversión y el 95% en planes de pensiones de la entidad, promueve características sociales y/o medioambientales según la normativa SFDR.

Al seguir demostrando nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, empoderamos a los individuos para ser agentes de cambio. El futuro de las finanzas es sostenible, y cada transacción cuenta en la construcción de ese futuro.

*** Juanjo Llopis es director de Área de Negocio y Servicios al Socio de Caja Ingenieros.