En un mundo cada vez más globalizado y ante acontecimientos inesperados como la pandemia del Covid-19, la crisis económica o los conflictos geopolíticos, la importancia de anticiparse a lo que puede ocurrir y adaptarse al mercado se ha convertido en un factor clave para el éxito de las empresas.

Los proveedores de proximidad son aquellos que se encuentran geográficamente cercanos a la empresa, lo que implica una serie de ventajas estratégicas en situaciones críticas. Uno de los enfoques más efectivos para mitigar los riesgos asociados a la dependencia de abastecedores lejanos es considerar la inclusión de proveedores próximos.

Explorar opciones en otros países próximos —por ejemplo, de Europa— reduce la dependencia de un solo mercado, acorta los plazos de entrega y proporciona alternativas en caso de interrupciones. En situaciones de crisis, donde las restricciones de movimiento y el cierre de fronteras pueden retrasar significativamente la entrega de mercancías, contar con proveedores próximos permite una respuesta más rápida y eficiente a las demandas del mercado.

Además, facilita una comunicación más directa y efectiva entre la empresa y sus proveedores. La coordinación y el intercambio de información se vuelven más ágiles, lo que conlleva una mayor capacidad de adaptación. 

La resiliencia en el suministro

Asimismo, establecer relaciones sólidas con dichos proveedores resulta esencial para ajustar las estrategias y encontrar soluciones conjuntas que permitan mantener la operatividad y anticipar posibles problemas. Además, es imprescindible considerar la posibilidad de establecer acuerdos a largo plazo con abastecedores confiables y cláusulas contractuales que contemplen situaciones de contingencia, como la reasignación de contenedores o la revisión de plazos de entrega.

Los proveedores de proximidad también fortalecen la resiliencia de la cadena de suministro al reducir la exposición a riesgos externos. Las interrupciones en el transporte internacional, los aranceles imprevistos y las variaciones en los tipos de cambio son factores que pueden afectar de forma negativa a los proveedores lejanos. Al contar con fuentes más cercanas, las empresas pueden sortear estos desafíos y minimizar los efectos negativos de cuando el origen está más apartado.

En este sentido, otro punto básico implica evaluar la posibilidad de utilizar rutas alternativas, como el transporte marítimo directo a otros puertos, en lugar de depender exclusivamente de un proveedor. Del mismo modo, contemplar la utilización de servicios que combinen el transporte marítimo, como ferrocarriles o transporte aéreo, para evitar la congestión y agilizar los plazos de entrega.

La crisis desencadenada por la pandemia de COVID-19 sirvió como un recordatorio contundente de la importancia de tener proveedores de proximidad en la cadena de suministro. Las restricciones a los viajes y el cierre de fronteras causaron estragos en las cadenas globales, dejando a muchas empresas luchando por obtener las materias primas necesarias para su producción.

Aquellas organizaciones que ya contaban con proveedores más cercanos pudieron adaptarse más rápidamente a las circunstancias cambiantes y mantener una estabilidad en las operaciones.

En conclusión, los proveedores de proximidad han resultado ser una valiosa estrategia para las empresas que buscan garantizar la continuidad de sus operaciones en tiempos de crisis. Fortalecer la cadena de suministro, combinar fuentes internacionales con proveedores locales, así como buscar aquellos que permitan ser más eficientes y competitivos, puede proporcionar beneficios significativos en términos de flexibilidad y capacidad de respuesta para enfrentar lo inesperado con mayor confianza y éxito.

*** Fernando Vázquez es socio consultor y Co-Area Developer en Expense Reduction Analysts