La historia de nuestra familia, los Jiménez Barbero, está ligada al campo y a la ganadería desde siempre. De hecho, los tres hermanos pertenecemos a la tercera generación de una saga dedicada a la cría y comercialización de carne de calidad, que decidió tomar el relevo de nuestros padres y abuelos. Somos los fundadores de La Finca, empresa cárnica reconocida en España por su calidad y compromiso tanto con nuestros clientes, como con los animales y nuestro entorno. 

Desde siempre tuvimos la firme intención de hacer las cosas bien, de no conformarnos con lo habitual, aunque en ocasiones esto nos suponga un esfuerzo añadido. Nuestra filosofía de trabajo “Comprometidos con La Buena Vida” es un concepto que desde nuestro origen engloba un triple eje.

Por un lado, proporcionar una buena vida del ganado. El bienestar de los animales es una prioridad para nosotros, desde el comienzo y en todo el proceso. También, proteger la vida que nos rodea. Ser sostenibles, respetar los recursos naturales e integrarnos en un entorno con el objetivo de dejar la menor huella posible. Y, por último, garantizar una buena vida a los clientes. Proporcionar a la comunidad un producto de primera calidad, saludable y de sabor excepcional.

[ODS 13: Acción por el clima]

Nuestro compromiso con el medio ambiente lleva, por tanto, vigente más de 20 años y, hoy, nos consolida como una empresa referente en el sector al ser la primera empresa cárnica española en compensar nuestra huella de carbono. 

A lo largo de estos años hemos trabajado por brindar a nuestros clientes los mejores productos de vacuno, partiendo siempre del máximo respeto hacia los animales y el entorno, y a un sistema productivo sostenible con los que garantizar una carne saludable y de máxima calidad.

Con el tiempo, fuimos reconocidos y recompensados con el sello de Bienestar Animal de AENOR que certifica una producción ganadera acorde a los más altos estándares de salud y bienestar animal, lo que se traduce en garantía de calidad y seguridad alimentaria para el consumidor final. La Finca ha sido reconocida también con el sello IFS, uno de los más altos estándares internacionales que garantiza la máxima calidad y seguridad alimentaria. 

2022 ha sido un año muy satisfactorio para nosotros en materia de sostenibilidad, ya que nos ha permitido sentar las bases para convertirnos en una empresa de alimentación referente en la compensación de toda la huella de carbono generada, y nuestro propósito es seguir apostando por defender de forma responsable el consumo de carne de calidad.

Para ello, hemos puesto en marcha un plan de reducción y compensación de las emisiones directas y del consumo eléctrico actuales, invirtiendo en proyectos medioambientales y en energías renovables; y trabajamos ya para reducir las emisiones de proveedores para poder así compensar la totalidad de la huella de carbono de cualquier actividad empresarial relacionada. 

Además, apostamos por continuar creciendo, y hace unos meses dimos la entrada a nuestro accionariado a Capza con quienes comenzamos una nueva etapa de expansión empresarial con el objetivo de transformar nuestra empresa en una compañía de alimentación diversificada en la que continuarán prevaleciendo los valores intrínsecos a nuestro ADN: calidad, innovación y compromiso y respeto por el medio ambiente.

La entrada de Capza en el accionariado de Cárnica La Finca nos va a permitir ejecutar un ambicioso plan de crecimiento orgánico e inorgánico, diversificando nuestro porfolio de productos como una compañía transversal, pero manteniéndonos siempre fieles a nuestros valores intrínsecos: alta calidad y estar siempre a la vanguardia de las acciones de ESG (mejores prácticas en compromiso social, ambiental y buen gobierno). Porque en La Finca estamos preparados para liderar la transformación sostenible de la industria alimentaria del futuro, como marca referente en carne premium que somos.

***Álvaro Jiménez Barbero, autor del artículo y socio fundador de La Finca.