La activista sueca de 18 años Ia Aanstoot.

La activista sueca de 18 años Ia Aanstoot. Girls in STEM

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Una activista climática critica a Greenpeace por oponerse a la energía nuclear: “Es anticuado y poco científico”

La sueca Ia Aanstoot ha lanzado una campaña junto a otros activistas de la Unión Europea para hacer cambiar de parecer a la oenegé ambientalista. 

29 agosto, 2023 12:27

Ia Aanstoot, una activista climática sueca de 18 años, ha pedido a Greenpeace que abandone su campaña “anticuada y poco científica” contra la energía nuclear dentro de la Unión Europea. Junto a otros activistas de cinco países de la UE, la joven sueca ha lanzado la campaña Dear Greenpeace para pedir que la oenegé ambientalista se una a ellos "en la lucha contra los combustibles fósiles". 

En el pasado mes de abril, Greenpeace anunció que apelaría la decisión de la Comisión Europea de incluir la energía nuclear en su estrategia de financiación sostenible, un plan para que los inversores privados pudieran financiar proyectos verdes. Esta posición de la oenegé, señalan estos activistas, en vez de proteger el medioambiente, acaba teniendo el efecto contrario: sirve a los intereses de los combustibles fósiles en lugar de a la acción climática.

“Más de un tercio de la energía limpia en la UE es energía nuclear, por lo que creo que la moción de Greenpeace para deshacerse de ella es realmente dañina”, señaló la activista sueca, que durante tres años participó en el movimiento de huelgas escolares iniciado por Greta Thunberg, a The Guardian

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Esta semana, informa el diario británico, Aanstoot presentó los documentos necesarios para convertirse en una “parte interesada” en la próxima batalla entre la Comisión Europea y Greenpeace. Si el tribunal de justicia de la UE acepta esta solicitud, tanto la activista sueca como otros activistas pronucleares podrán dar su testimonio favorable a la energía nuclear. 

“Definitivamente preferiría trabajar junto con Greenpeace para deshacernos de los combustibles fósiles”, explicó Aanstoot a The Guardian. “Pero cuando están luchando activamente contra una herramienta tan grande y útil como la energía nuclear, no siento que pueda trabajar con ellos”.

Para Aanstoot, se trata de una cuestión generacional, ya que los activistas más jóvenes están más interesados en este tipo de energía que los de las generaciones anteriores. “Siento que muchos de los argumentos que utilizan Greenpeace y otros ambientalistas más mayores... están muy basados en la identidad. Casi parece como si ser antinuclear fuera una cuestión de identidad para estos ambientalistas de mayor edad”, indicó. 

Uno de los principales argumentos de este grupo de jóvenes activistas procedentes de Polonia, Suecia, Francia, Finlandia y los Países Bajos es que los grandes problemas que tenía la energía nuclear antaño ya se han solucionado. "Siento que es sólo una cuestión de seguir adelante con los tiempos y los científicos han avanzado: el IPCC (el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) ahora dice que la energía nuclear es una herramienta realmente importante".

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Por su parte, Greenpeace ha argumentado que el sistema de clasificación de la UE es realmente un greenwashing que permite a las centrales nucleares recibir un dinero que de otra manera igual hubiera acabado en energías renovables. “Fomentar las inversiones en energía nuclear incluyéndola en la taxonomía de la UE corre el riesgo de desviar fondos de las energías renovables, el aislamiento de viviendas y el apoyo a las personas afectadas por condiciones climáticas extremas”, señaló un portavoz de la oenegé en la UE a The Guardian

Otra cuestión es la huella que deja en el medioambiente, según defienden. “Sus huellas, altamente contaminantes y muy duraderas en el tiempo, y sus riesgos, con accidentes que resultan devastadores para la salud de las personas y los ecosistemas circundantes, hacen que la energía nuclear no sea una alternativa limpia y sostenible”, señalan en su página web la oenegé.

Para Greenpeace, la máxima prioridad es reducir las emisiones de carbono “lo más rápido posible e, idealmente, lo más barato posible”. Sin embargo, consideran que la energía nuclear no cumple ninguna de las dos premisas. “Tenemos el mayor respeto por las personas que están preocupadas por la crisis climática y quieren dedicar todo lo que tenemos al problema, pero construir nuevas plantas nucleares simplemente no es una solución viable”, indicó el portavoz de Greenpeace a The Guardian

Por ello, piden apostar por la energía solar y eólica, que consideran dos energías mucho más baratas y rápidas para reducir las emisiones. “No podemos darnos el lujo de disponer de tiempo y recursos infinitos, por lo que debemos centrarnos en las soluciones con mayores posibilidades de éxito”, concluyó el portavoz al diario británico.