Este satélite europeo es el mismo que ha registrado cómo desde el 1 de enero y hasta hoy se han visto calcinadas 66.431 hectáreas en España. Es el doble de la media máxima de incendios registrada por estas fechas a lo largo de los últimos 16 años, con 36.312 hectáreas quemadas. 

Es más, si se observa la superficie media que ha ardido de 2006 a 2022 en nuestro país, se puede advertir cómo lo normal es que a estas alturas se hubieran visto afectadas tan solo 10.796 hectáreas. O lo que es lo mismo, una sexta parte de lo que se ha quemado este año. 

La estadística también se vuelve preocupante cuando se atiende al número de incendios desatados hasta ahora en España. Según lo detectado por EFFIS, hasta hoy se han producido 323 incendios, un número que se disparó especialmente el 12 de febrero, con 38 focos, y, sobre todo, el 26 de marzo, con 126. 

En cualquier caso, este 2023 se han producido unos 100 incendios más que la media máxima durante los últimos 16 años. Es más, si se observan los datos de lo habitual por estas fechas en ese mismo período, se deberían haber producido en torno a 73 incendios, aproximadamente cuatro veces menos de lo detectado este año.

No obstante, hay que tener en cuenta que el satélite comunitario solo cuenta los incendios mayores a 30 hectáreas y, además, cuenta como uno los producidos el mismo día en un mismo municipio. En base a esto, hay que tener en cuenta que los focos producidos hasta ahora en España están subestimados y explican que informaciones como los más de 150 fuegos producidos en marzo solo en Cantabria o los más de 120 focos simultáneos en Asturias, por ejemplo.

Toda esta cantidad de incendios desatados en lo que va de año no solo se ha traducido en hectáreas quemadas y daños económicos para los afectados por los fuegos de esta primavera. También en la cantidad de emisiones de dióxido de carbono que han emitido a la atmósfera, un potente gas de efecto invernadero que atrapa el calor del sol y dispara la temperatura media global en el planeta.

De acuerdo con lo detectado por este satélite, las emisiones acumuladas de CO2 alcanzan las dos gigatoneladas. Esta cantidad está algo por debajo de la media máxima registrada por estas fechas –en tres–, pero un punto por encima de lo normal en los últimos 16 años.

Como alertó esta semana el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus (CAMS), España experimentó los niveles más altos del total de emisiones (no solo de CO₂) de este mes registrados, a la par de los incendios forestales en 2012. Aquel fue el año negro de nuestras estadísticas desde que existen registros. No obstante, como reconocen los científicos del CAMS, “tener incendios forestales de estas proporciones tan temprano en el año es un hecho inusual”.

La UE duplica su flota de extinción

Los incendios a gran escala se han desatado con fiereza y de una manera temprana en el hemisferio norte. De hecho, según CAMS, los datos diarios de potencia radiativa de incendios (FPR) se han disparado en el oeste de Canadá y en Rusia. 

Como explica Mark Parrington, científico sénior de CAMS: “A medida que el hemisferio norte se acerca al verano, se espera que las variables relacionadas con el aumento del riesgo de incendios forestales se exacerben, como las altas temperaturas y condiciones especialmente más secas”. 

De momento, en lo que tiene que ver con nuestro país, ya superamos con creces al resto de países comunitarios, tanto en número de incendios producidos hasta ahora como en superficie calcinada. Por este motivo, y ante la posibilidad de sufrir otro año negro de incendios como el pasado –cuando se alcanzó un récord de 310.000 hectáreas calcinadas–, la Unión Europea se está armando contra la avalancha de fuegos que podemos sufrir este verano en los 27 Estados miembro.

La media (azul) y lo contabilizado este año (rojo) en cuanto a las hectáreas calcinadas (arriba) y el número de incendios (abajo).

Como anunció el pasado 30 de mayo –con ocasión del décimo aniversario del Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias– Janez Lenarčič, comisario de Gestión de Crisis, la UE duplicará la flota aérea de extinción de incendios rescEU para la temporada de este año, con 24 aviones y 4 helicópteros en 10 Estados miembro.

Asimismo, a raíz de los llamamientos de los ministros de la UE y del Parlamento Europeo, en 2022 la Comisión también diseñó un plan de acción de prevención de incendios forestales. Este plan de acción se articula en torno a tres objetivos: mejora de la capacidad administrativa, mejora de los conocimientos y aumento de las inversiones en medidas de prevención de incendios forestales.

Flota de extinción de incendios en la UE.

Como parte de este plan, la UE ha puesto en marcha hoy una nueva metodología de evaluación de la revisión por pares en materia de incendios forestales. Esta nueva herramienta ayuda a los países a evaluar su capacidad de prevención de incendios forestales y de preparación en la materia, y apoya el intercambio de buenas prácticas entre los países europeos, en el marco del Mecanismo de Protección Civil de la UE.

Además, se va a crear un equipo de apoyo en materia de incendios forestales en el seno del Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias para facilitar el seguimiento y el análisis casi en tiempo real de la situación de los incendios forestales entre mediados de junio y mediados de septiembre. Al final, como apuntan desde la UE, las actuaciones de prevención, preparación y respuesta en materia de incendios forestales contribuyen juntas a salvar vidas y medios de subsistencia y a proteger el medio ambiente.