Uno de los grandes momentos de la gala de anoche de los Oscar lo protagonizó Elizabeth Banks, que salió al escenario junto a un oso. La estadounidense fue la encargada de anunciar la ganadora en la categoría de los mejores efectos visuales y lo hizo junto al protagonista de su largometraje 'Cocaine bear' —'Oso vicioso' en España—, que se estrenará en nuestro país el próximo 5 de abril. 

"Recientemente dirigí la película 'Cocaine Bear'. Y sin efectos visuales, así es como se vería el oso", bromeó Banks durante la presentación de un galardón que fue a parar a la película de James Cameron, 'Avatar: el sentido del agua'.

La realizadora también quiso destacar algunas aclaraciones importantes sobre su nueva película. "La coca no es real, son efectos visuales", señaló. "Sin los efectos visuales, 'Cocaine Bear' habría sido un actor disfrazado de oso, probablemente bajo los efectos de la cocaína". 

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Más tarde, el oso hizo una segunda aparición para 'molestar' a la activista pakistaní Malala Yousafzai, que estaba sentada entre la audiencia. "Oso vicioso, deja en paz a Malala", dijo el presentador de la gala, Jimmy Kimmel. 

Una historia basada en hechos reales 

Sorprendentemente, la historia del oso de la cocaína de la película de Elizabeth Banks es completamente real. En 1985, un traficante, Andrew Carter Thornton II, probablemente saltó de un avión con unos 30 kilos de cocaína y murió tras no abrirse su paracaídas. 

Esa carga fue encontrada por un oso que, curiosidad mediante, sufrió la peor de las suertes. El cuerpo del animal fue encontrado en algún momento de noviembre de 1985 por un cazador en el bosque nacional de Chattahoochee (en el estado de Georgia, Estados Unidos). A su lado, había un paquete de droga abierto. 

El cazador nunca llegó a denunciar lo que había visto, pero se lo contó a sus amigos y la historia empezó a correr como la pólvora. Para diciembre del mismo año, este hecho llegó a la policía. La Oficina de Investigación de Georgia acabó descubriendo el cuerpo del oso el 20 de diciembre.

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El informe forense posterior que se le realizó al mamífero reveló que había consumido una cantidad ingente de la cocaína que se había encontrado en medio del bosque. "Su estómago estaba literalmente repleto de cocaína", contó en aquel momento a Kentucky For Kentucky el médico forense que examinó el interior del estómago del animal: "No hay un mamífero en el planeta que pueda sobrevivir a eso".

El desafortunado evento acabó por convertir al oso en una atracción turística. El animal fue disecado y acabó en el centro comercial Kentucky Fun Mall en Lexington (Kentucky). En 2016, un anuncio de televisión hizo que su historia se hiciera viral en todo el país. 

Ahora, en el centro comercial venden toda una serie de productos de merchandising del oso —desde camisetas a gorras, llaveros o incluso pendientes— y, según su página web, se puede visitar al oso de la cocaína de lunes a sábado de 10 de la mañana a 6 de la tarde y los domingos de 11 de la mañana a 6 de la tarde.