La policía criminal de la Oficina de Seguridad Pública del distrito de Hechuan, en Chongqing, una ciudad al suroeste de China, ha conseguido entrenar al primer grupo de ardillas capaces de buscar drogas en entornos complejos como almacenes logísticos o estaciones de entrega. 

Las seis ardillas entrenadas son ardillas rojas euroasiáticas y, según ha informado el diario chino Global Times, su capacidad para detectar estupefacientes ha sido certificada por instituciones de investigación científica relevantes. 

“Las ardillas tienen un sentido del olfato muy bueno”, afirmó Yin Jin, un adiestrador de la brigada de perros policía de la Oficina de Seguridad Pública de Hechuan al diario oficialista chino. Y añadió: "Nuestro sistema de entrenamiento de desarrollo propio se puede aplicar al entrenamiento de varios animales".

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Asimismo, el adiestrador remarcó que el entrenamiento ha tenido unos resultados muy buenos, ya que las ardillas consiguen identificar rápidamente las drogas.  

Tal y como explican desde la brigada, a diferencia de los perros antidroga, las ardillas son pequeñas y ágiles, lo que les permite introducirse en zonas más escondidas y en lugares altos. Las ardillas también fueron entrenadas para usar el rascado como señal para avisar a sus cuidadores de que podría haber drogas presentes. 

El control más estricto del mundo

El Ministerio de Seguridad Pública de China, informa Efe, sostuvo el año pasado que el gigante asiático es la nación con el sistema de control de drogas “más estricto del mundo” y con la mayor cantidad de sustancias prohibidas. 

Según un informe publicado en agosto de 2022 por las autoridades de control de narcóticos de China, en 2021 se resolvieron 54.000 casos relacionados con drogas, 77.000 personas detenidas, 27 toneladas de drogas incautadas y 326.000 personas identificadas como consumidoras de drogas. 

Entre los consumidores registrados, con base en el mismo informe, las principales drogas consumidas son la heroína (556.000), metanfetamina (793.000), ketamina (37.000) y cannabis (18.000). Estas estimaciones se realizaron partiendo del análisis de aguas residuales y descubrieron un descenso del consumo de la heroína, la metanfetamina y la ketamina respecto al año anterior. 

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Respecto a las penas, el narcotráfico a gran escala es uno de los delitos con mayor castigo en el país asiático, pudiendo conllevar hasta la pena de muerte. Por su parte, el consumo de drogas es un delito administrativo y no penal. Las personas detenidas están sujetas a un tratamiento obligatorio que puede incluir la desintoxicación y la rehabilitación en la comunidad.

Los consumidores también son incorporados al Sistema de Alerta Temprana y Control Dinámico de Internet para Usuarios de Drogas, un mecanismo por el que la policía les puede realizar un seguimiento en tiempo real en línea. El sistema puede avisar a la policía, por ejemplo, cuando la persona se registra en un hotel o acude a una oficina gubernamental a realizar gestiones.