La mañana de sábado 19 de noviembre amaneció en Sharm el-Sheij con un aura de desesperanza. Las horas finales de la 27ª Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) se vivieron con intensidad: Europa amenazaba con irse, los países más vulnerables exigían más financiación para las pérdidas y daños, y los activistas ecologistas observaban atónitos el vaivén de los delegados. 

Pronto, algunos empezaron a denominarla "chasco". La cumbre del clima se alargó en una jornada maratoniana en la que parecía que era imposible ponerse de acuerdo. Pero tras una madrugada larga, llegó por fin el pacto. Un acuerdo que ya está siendo tildado de "histórico", especialmente por los países más vulnerables al cambio climático, que celebran el texto firmado por los participantes de la COP27.

Pero los avances en el tan ansiado fondo de pérdidas y daños no deslumbran la falta de ambiciones del acuerdo en otros apartados. La mitigación y la descarbonización de la economía mundial son dos puntos en los que los altos mandatarios mundiales tendrán que seguir trabajando. 

Un día largo

Los portavoces de la Climate Action Network (CAN), una red mundial que engloba más de 1.800 organizaciones de la sociedad civil de más de 130 países, fueron los primeros en pedir a los representantes nacionales de la cumbre seriedad y respuestas en sus negociaciones.

"¿Es el momento de hablar de líneas rojas políticas? No, el planeta ya está sobrepasando todas sus líneas rojas, así que dejen atrás el 'politiqueo' y actúen", dijo una de las portavoces de CAN. Así, hacía referencia a las declaraciones de Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea (CE), pocas horas antes: "Preferimos que no haya acuerdo si la alternativa es un mal acuerdo".

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En una rueda de prensa celebrada a media mañana, varios miembros de la CAN, además, echaron en cara a la UE y a EEUU que estén obcecados con el objetivo de mantenerse el calentamiento global en el límite de 1,5 °C por encima de la temperatura preindustrial mientras "vemos cómo expanden sus infraestructuras de combustibles fósiles".

La apuesta por las energías contaminantes de la que hablaban desde la CAN hace referencia al aumento actual de uso de energía contaminante que está llevando a cabo especialmente Europa. Sobre ello, Timmermans recordaba a lo largo de la semana que es "una situación excepcional" derivada de la guerra rusa en Ucrania y la crisis energética que esta está provocando. 

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El vicepresidente de la CE aseguraba el pasado 15 de noviembre que la UE "quemará carbón solo tres inviernos más" y que a la par seguirá potenciando y apostando por las energías renovables. Tras tres años, que servirán para "no dejar caer a las familias ni a las empresas europeas", la Unión abandorá lo más rápido posible el actual mix energético, según el Timmermans. 

La activista climática ugandesa, Vanessa Nakate, recordó a los líderes mundiales reunidos en Egipto que "la COP27 estaba llamada a ser la COP de África". Sin embargo, atajó la joven, "las necesidades de los africanos han sido obstruidas durante la cumbre".

Un grupo de activistas durante la última jornada de la COP27. Mohamed Abd El Ghany Reuters

 

Pérdida y daños

Nakate insistió en que "las pérdidas y daños en los países vulnerables ya no se pueden ignorar, pero algunos países desarrollados han decidido ignorar nuestro sufrimiento aquí en Egipto". Con sus palabras, la activista climática ugandesa hacía referencia a las reticencias –especialmente de la UE– a abordar la financiación de las pérdidas y daños desde cero.

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Sin embargo, la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguraba a lo largo del día que "en los últimos borradores del acuerdo se da un paso adelante en el refuerzo de la solidaridad para las pérdidas y daños de los países más vulnerables".

Ribera asegura que la propuesta final no es la de la UE, pero que es un comienzo. "Europa piensa que es importante consolidar un mosaico de recursos que permitan solucionar este problema y solamente crear una nueva facilidad para concentrar los recursos en los más vulnerables, pero es verdad que esa posibilidad no está excluida".

La vicepresidenta hacía referencia así a la petición de los países en desarrollo de crear un nuevo fondo de ayudas. La tesis de la UE en las últimas dos semanas, en cambio, apostaba por utilizar los fondos y mecanismos ya existentes, y facilitar, a través de los acuerdos de la COP, su utilización y dinamizar los recursos. 

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reunida durante las negociaciones finales de la COP27. Miteco EP

"En los próximos meses tendremos que trabajar en cómo se materializa el mecanismo y que no solo cuente con recursos públicos, sino también privados", insistió Ribera. Además, dejó clara una reivindicación básica de la UE: que la financiación de pérdidas y daños no solo recaiga en los países de la OCDE, "sino que también pueda contar con recursos de grandes economías emergentes que también son grandes contaminadores y que tienen capacidad para poder pagar"

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Eso sí, a lo largo de la tarde del sábado, la Unión Europea consiguió incluir en el texto final relativo a las pérdidas y daños una frase clave para los europeos: el fondo priorizará el acceso a los países más vulnerables al cambio climático. Con esta reclamación, se evitaría que Estados como Catar, Kuwait o Arabia Saudí, que cuentan con recursos económicos suficientes, pudiesen acceder a los fondos de pérdidas y daños. Algo que, según Europa, sería factible si se abriesen a todos los países en desarrollo.

Según cuentan periodistas del diario británico The Guardian, la ministra de Medioambiente de Chile, Maisa Roja, aseguró que el texto da "un paso histórico" en lo que se refiere a pérdidas y daños. 

Mitigación

Ribera también quiso hacer hincapié en la última jornada de la COP en la imposibilidad que supone responder a las necesidades de adaptación y de pérdidas y daños "si no somos capaces de reducir al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero". La vicepresidenta, igual que ha venido haciendo Timmermans en la última semana, se mostró preocupada por la falta de acuerdo en este aspecto.

"Europa no puede ser cómplice de un resultado que ponga en riesgo la seguridad climática, que ponga en riesgo el objetivo de 1,5 °C por falta de ambición", aseveró la española. Tanto los borradores de acuerdo propuestos por la presidencia de la COP como el texto final son, para ella, "muy elementales", pues "mantiene los compromisos de Glasgow, pero avanza poco".

Por su parte, Xie Zhenhua, enviado especial del Gobierno chino a la COP27, se mostró contento en la última jornada de la cumbre por las negociaciones "muy constructivas" llevadas a cabo con su homólogo estadounidense, John Kerry. Xie reconoció a Reuters que quería "asegurar el éxito de la COP". 

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Claves del texto final

Genéricas

No se hace mención a la eliminación de los combustibles fósiles.

Se hacen menciones escuetas a la evidencia científica y a los 1,5 °C de límite de calentamiento global. 

El lenguaje utilizado no resalta toda la importancia de las renovables que se esperaba.

Los llamamientos a descarbonizar las economías son escuetos y no hay avances respecto a los Acuerdos de Glasgow.

No hace referencia a la Cumbre de la Diversidad Biológica que se celebrará en diciembre en Montreal, ni profundiza en el papel que juega la biodiversidad en la acción climática.

Pide una transformación del sistema financiero.

Urge a los países a escalar significativamente su financiación a la adaptación climática.

Reclama la actualización de los planes climáticos de los países que aún no los hayan hecho antes de la COP28.

Apoya la propuesta de Naciones Unidas para frenar el greenwashing empresarial.

Pérdidas y daños

El texto no profundiza en el mecanismo de financiación.

Relaciona las pérdidas y daños con el límite de 1,5 °C de calentamiento global y hace referencias indirectas a la mitigación.

Reconoce que los países más vulnerables en vías de desarrollo necesitan ayuda y, finalmente, reconoce que estos deben tener prioridad en el acceso al fondo de pérdidas y daños. 

Se hacen varias referencias a los fondos y mecanismo que ya existen.

El fondo se materializará a través de un comité de transición que celebrará al menos tres reuniones en el próximo año. La labor de este comité será evaluar la situación y hacer recomendaciones prácticas que serán consideradas y adoptadas en la COP28.

Pide nuevas negociaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial para una reforma financiera en la primavera de 2023.

Programa de trabajo sobre la mitigación 

Impide que el Programa de Trabajo sobre la Mitigación (Mitigation Work Program) recomiende nuevos objetivos.

Menciona pero no reitera la necesidad de mejorar los NDC o planes nacionales climáticos.

A duras penas mantiene el lenguaje de la COP26 relativo al límite de calentamiento global de 1,5 °C.

No propone nuevos objetivos de reducción de emisiones.

No se mencionan los compromisos adquiridos en Glasgow.

Mantiene el trabajo en mitigación hasta 2030.