El Parlamento de Australia ha aprobado este jueves 27 de octubre una ley que reconoce diez días de baja laboral remunerada para las víctimas de violencia doméstica y familiar que tengan que tratar asuntos relacionados durante su jornada de trabajo. 

La norma aprobada hoy, una promesa electoral del primer ministro laborista Anthony Albanese, sustituye a la norma vigente de 2018 que recoge una baja de cinco días y no remunerada. 

El derecho, según ha recogido el portal de noticias australiano News, estará disponible para la mayoría de los empleados a partir del 1 de febrero de 2023, aunque las empresas pequeñas tendrán seis meses adicionales para adaptarse al cambio legislativo. 

“Este proyecto de ley por sí solo no resolverá el problema de la violencia doméstica, pero significa que ningún empleado en Australia se verá obligado a elegir entre ganar un salario y protegerse a sí mismo y a su familia”, señaló el ministro de Empleo, Tony Burke, este jueves en el hemiciclo. Y añadió que esta ley “salva vidas”. 

Entre otras cuestiones, la legislación precisa que las víctimas podrán solicitar la baja en situaciones como acudir a una entrevista con la policía, una vista judicial, una cita con asesores legales o médicos o para mudarse de hogar, según ha recogido la Agencia EFE. 

"Cuando alguien está en una situación de violencia familiar y doméstica, siempre hay muchos obstáculos para salir", señaló Albanese al diario británico The Guardian en una entrevista en julio de 2022. "No quiero que uno de esos obstáculos sea que perderás tu trabajo, que serás pobre".

[Violencia de género y juventud: ¿qué está fallando?]

Una medida dirigida a mujeres

Aunque el texto recoge todas las formas violencia doméstica y familiar, reconoce que “si bien cualquier persona puede experimentar la violencia familiar y doméstica, es principalmente un fenómeno de género en el que afecta predominantemente a las mujeres”.

La violencia de género es un problema importante en Australia, donde una mujer es asesinada cada 10 días y una de cada cuatro australianas ha sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja a partir de los 15 años, algo recalcó Albanese en un tuit. 

“Australia tiene un problema crítico con la seguridad de las mujeres y la igualdad de género”, remarcó en unas declaraciones recogidas por News Michele O'Neil, presidenta del Consejo Australiano de Sindicatos (ACTU por sus siglas en inglés).  

O’Neil ha recibido la nueva ley como una “victoria histórica”. “No se puede subestimar cuán importante es ganar bajas pagadas por violencia familiar y doméstica en el estándar nacional de empleo”, añadió.

"Las personas que sufren violencia doméstica necesitan ausentarse del trabajo para escapar de sus abusadores y lidiar con otros impactos de la violencia. Este cambio significa que puede hacerlo sin arriesgar su trabajo o su seguridad financiera", señaló Burke este jueves en el hemiciclo.

Filipinas, recoge EFE, se convirtió en 2004 en el primer país del mundo en reconocer la baja laboral remunerada a las víctimas de abuso doméstico, mientras que Nueva Zelanda, que tiene una de las tasas más altas entre los países desarrollados, hizo lo propio en 2018. Otros países que han legislado al respecto han sido Canadá y Estados Unidos.