Ya lo decía el investigador y biólogo marino de origen francés, Jacques Cousteau: "El agua y la tierra, los dos fluidos esenciales de los que depende la vida, se han convertido en latas globales de basura". El mundo no ha dejado de empeorar desde que el divulgador dijese su famosa frase, especialmente el mar Mediterráneo, que no solo es uno de los más contaminados: sus aguas están cada vez más expuestas a la desaparición de la posidonia.

Y es que el estrés constante y la sobreexplotación a la que está expuesto han conseguido deteriorarlo hasta niveles insospechados, poniendo en peligro a la que se conoce como una de las especies mediterráneas y plantas acuáticas más necesarias para el buen funcionamiento del ecosistema marino. Afortunadamente, organismos y acciones sostenibles como la propuesta por la Fundación Blue Life (Ibiza Sostenible) ya se están poniendo manos a la obra para conseguir reforestar esta especie nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.

Qué es la posidonia y cuál es su función

La Posidonia es una planta marina endémica del mar Mediterráneo, a la que también se le conoce científicamente como Posidonia oceanica. Una fanerógama marina que se desarrolla completamente en sus aguas y que está catalogada como uno de los organismos más importantes y característicos del fondo marino en el Mediterráneo.

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Su función es la de proteger el ecosistema marino y las costas cercanas, así como hacer las veces de hábitat y refugio para una gran variedad de especies marinas, entre las que se incluyen peces, crustáceos, moluscos y todo tipo de organismos.

Las raíces de la posidonia penetran además en los sedimentos del lecho marino, formando una densa malla que ayuda a estabilizar los suelos submarinos, previniendo su erosión y manteniendo la integridad de las playas.

Otra de las particularidades de esta planta marina es la de ser una de las más efectivas en la captura y el almacenamiento del carbono. Ya que, a través de la fotosíntesis, toma dióxido de carbono del agua y lo convierte en biomasa. Todo ello a la vez que mejora la calidad del agua, actuando como un filtro natural, pues sus hojas atrapan partículas en suspensión y materia orgánica, ayudando a clarificar el agua.

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La extensión de posidonia se ha reducido en el Mediterráneo

Sin embargo, a pesar de su importancia en el Mediterráneo, la posidonia se enfrenta también a amenazas como la contaminación, la degradación del hábitat, el fondeo de embarcaciones y el cambio climático. Todos ellos, factores que ponen en riesgo su supervivencia y su importante papel en el ecosistema marino del Mediterráneo. De ahí, que la conservación de la posidonia se haya convertido en uno de los objetivos principales para la salud y el equilibrio del ecosistema marino.

Sin embargo, ya existen varios puntos de la Baleares en las que esta planta marina ha desaparecido debido principalmente al destrozo causado por las anclas y el paso de los barcos recreativos por las aguas mediterráneas. Y es que, según datos recabados de un estudio del Institut Mediterrani d'Estudis Avançats, en el Mediterráneo occidental la extensión de posidonia se ha reducido entre un 13% y un 38% desde 1960, mientras que desde los años 90 lo ha hecho en un 50%.

Datos preocupantes a los que ahora la acción de organismos como la entidad sin ánimo de lucro Fundación Blue Life están queriendo poner remedio con un interesante proyecto de protección del ecosistema marino Mediterráneo. Todo ello a través de un primer proyecto piloto nacional que se desarrolla en Ibiza.

Un primer proyecto piloto para restaurar la posidonia en el Mediterráneo

La Fundación Blue Life Ibiza propone, con este proyecto, un nuevo modelo turístico en la isla que se ha caracterizado siempre por ser la capital de la fiesta nacional. Se trata de un proyecto que cuenta con un importante componente de innovación a través de la participación ciudadana y de entidades en todas las fases, combinando acciones de voluntariado con el desarrollo de experiencias de turismo regenerativo para involucrar a la población residente y visitante. También realiza acciones de educación ambiental, sensibilización pública y talleres en centros escolares y educativos.

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La iniciativa piloto nacional que se desarrolla en las Pitiusas también busca identificar y mapear nuevas poblaciones de coral y áreas donde muy especialmente las especies de gorgonias rojas (P. clavata) y blancas (E. singularis) se encuentran presentes, así como evaluar su estado, los patrones de reproducción y las amenazas a las que están expuestas.

A partir de la información recopilada, se desarrollará, junto a las administraciones competentes y centros de investigación, un plan de gestión, monitoreo y conservación que incluya medidas de protección. El objetivo final es garantizar la supervivencia de estas especies en el Mediterráneo y su hábitat natural a largo plazo. Unos proyectos de Restaura Posidonia y Coral que fueron presentados el pasado 16 de mayo y que se prevé puedan desarrollarse antes del 2028.

“A través de la ciencia ciudadana, se involucra a la sociedad y al público, en general, en actividades científicas, promoviendo su cooperación activa en la investigación para conservar y restaurar la biodiversidad marina; y, muy especialmente en este caso, las praderas de posidonia y el coral. Esto no solo aumenta el conocimiento, sino que también crea conciencia sobre comportamientos, actitudes y prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio marino, lo que contribuye a una nueva relación entre la sociedad y su entorno natural", asegura el presidente de la Fundación Blue Life, Oscar Caro.

Quien también ha señalado que: "Sumar la implementación de experiencias turísticas basadas en la conservación, restauración y monitoreo de los resultados, además, generará un impacto económico significativo a largo plazo en el territorio. Al atraer a turistas interesados en mejorar la biodiversidad del destino que visitan, el proyecto contribuye a aumentar la demanda de servicios turísticos, mejorar la competitividad del sector y fomentar el desarrollo y creación de nuevas empresas que ofrezcan servicios turísticos promoviendo la economía azul y la sostenibilidad a largo plazo en la industria”.

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La importancia de la posidonia y del coral en nuestras aguas

La conservación y restauración de poblaciones de coral y praderas de posidonia pueden ayudar a proteger la biodiversidad y mejorar la calidad del agua en el Mediterráneo. Y es que, estas especies son esenciales para el ecosistema marino y proporcionan un hábitat vital para una variedad de especies como peces y moluscos. Además de ayudar a combatir el cambio climático, ya que como hemos visto, el coral y las praderas de Posidonia tienen la capacidad de almacenar carbono y reducir la acidificación de mares y océanos.

Es importante destacar, que la pradera de posidonia de Ibiza, única en el mundo, fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999 por ser el ser vivo más extenso y longevo del planeta.