Imagen de archivo de dos nutrias.

Imagen de archivo de dos nutrias. iStock

Historias

Las nutrias alertan de la contaminación de los ríos de Europa: un estudio español halla plásticos en las heces

La investigación asegura que las micropartículas halladas en las cacas de estos animales hablan del estado del agua.  

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Raquel Nogueira
Publicada

"La nutria es un centinela de nuestros ríos", afirma Álvaro Luna, profesor del Grado en Medio Ambiente de la Universidad Europea y uno de los autores de un estudio que ha detectado residuos sintéticos en casi una de cada cuatro heces de estos animales analizadas en ríos de España, Italia, Austria, República Checa y Países Bajos.

El análisis ha examinado 346 muestras de excrementos de Lutra lutra en los cinco países para llegar a la conclusión de que las nutrias alertan del estado de los propios recursos hídricos del continente. "Si aparecen plásticos en sus heces, es que los ecosistemas de agua dulce están recibiendo esa contaminación", indica Luna.

Y, en efecto, el estudio encontró restos sintéticos en el 22,8% de ellos, lo que confirma que la contaminación plástica no sólo afecta a los océanos, sino que también se introduce en los ríos y arroyos.

Los residuos que detectaron con más frecuencia fueron fibras de origen textil y cuerdas. Aunque también dieron con pequeños fragmentos y láminas finas procedentes de envoltorios. Aunque, indica Luna, se ven "diferencias entre países que apuntan a fuentes locales de contaminación".

Sin embargo, sea cual sea el material que llega al río o arroyo, el proceso es siempre similar: "Las fibras textiles y residuos urbanos terminan en los cauces y de ahí pasan a los invertebrados, a los peces y, finalmente, a depredadores como la nutria", matiza.

Dentro de la cadena trófica

Eso sí, en la mayoría de las ocasiones, el animal no ingiere plástico por sí mismo, sino que le llega "en cadena" a través de lo que come. Es decir, por los peces y cangrejos que ya contienen microplásticos.

A fin de cuentas, explica Luna, la contaminación "sube" por la red alimentaria y se introduce en la cadena trófica.

Se demuestra, con este estudio, que la polución por este tipo de plástico microscópico "no es un problema exclusivo del mar". Como indica el experto, "también ocurre tierra adentro y puede desestabilizar ecosistemas de río".

El estudio, además, alerta de que los microplásticos encontrados en animales clave de este tipo de hábitats pueden alterar su alimentación y transportar sustancias químicas adheridas a su superficie.

El texto apunta a que la presencia de estos componentes aumenta cerca de zonas urbanas y agrícolas y depende de la eficacia de las depuradoras locales.

Imagen de archivo de una nutria.

Imagen de archivo de una nutria. iStock

Por eso, el papel de la nutria en este proceso no es otro que servir como "bioindicador para tomar el pulso real a esa contaminación invisible", asegura Luna.

El problema de España

Luna subraya que "la buena noticia es que actuar en origen funciona" y se puede conseguir a través de una "mejor gestión de residuos, filtros que capturen microfibras textiles y depuración más eficiente se traducen en menos partículas en el agua y menos llegada a la fauna".

Según el estudio, España es el país analizado que ha registrado la mayor variedad y carga de materiales con presencia de fibras, fragmentos, películas e incluso esponjas y microesferas. Esto sugiere la convergencia de fuentes urbanas, agrícolas e industriales en los ríos investigados.

Contrasta el caso de Países Bajos, donde no se detectaron restos de microplástico en ninguna de las 20 muestras analizadas. En Austria, por su parte, sólo apareció un caso llamativo con 60 partículas de purpurina verde en una sola muestra.

El patrón, aseguran los investigadores, apunta a factores locales como vertidos, lavado de ropa y eficacia de las depuradoras y "refuerza la utilidad de la nutria como centinela que refleja lo que circula por el río".

Porque, como concluye Luna, "si la nutria expulsa plástico, el río lo está recibiendo y tarde o temprano nos volverá a nosotros. Cada mejora en origen se traduce en menos partículas en el agua y en más salud para los ecosistemas y para las personas".