Una enfermera de Médicos Sin Fronteras realiza un reconocimiento a una paciente con cáncer de mama.

Una enfermera de Médicos Sin Fronteras realiza un reconocimiento a una paciente con cáncer de mama. Fatoumata Tioye Coulibaly MSF Bamako, Mali

Historias Día Mundial contra el Cáncer

De España a Mali o Estados Unidos: así se detecta y trata el cáncer en el mundo

Solo el 39% de los servicios sanitarios mundiales cubre todos los aspectos relacionados con los tratamientos oncológicos.

Más información: La falta de prevención y de recursos convierte el cáncer de útero en uno de los más mortales de África

Raquel Nogueira
Publicada
Actualizada

En todo el planeta, 1 de cada 5 personas será diagnosticada de cáncer en algún momento de su vida. Es decir, 1 de cada 9 hombres y 1 de cada 13 mujeres padecerán esta enfermedad en algún momento. Así lo asegura el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según este organismo investigador, solo en 2022 —último curso del que hay datos globales— se detectaron 20 millones de casos nuevos. Ese mismo año, el cáncer provocó 9,7 millones de muertes. Estas cifras, recuerdan desde el CIIC, no dejan de crecer.

La OMS insiste, además, en que la tendencia va al alza. Y desde el World Cancer Research Fund le dan la razón. La incidencia de esta enfermedad en cualquiera de sus tipos es mayor en los países desarrollados; sin embargo, los diagnósticos están aumentando también en aquellos con ingresos menores

Es más, el Observatorio del Cáncer Global (GCO, por sus siglas en inglés), perteneciente al CIIC, estima que en 2045 serán 32,6 los millones de personas diagnosticados con esta enfermedad. Y, por ende, morirán al año alrededor de 16,9 millones de pacientes. 

El problema radica, según una macroencuesta de la OMS realizada en 185 países, en que solo el 39% de los servicios sanitarios mundiales cubre todos los aspectos relacionados con los pacientes oncológicos. Además, únicamente el 28% cubre los cuidados paliativos relacionados con su enfermedad. 

El cáncer, en datos

La incidencia de esta enfermedad varía de un continente a otro, incluso entre países. El GCO asegura que, por cada 100.000 habitantes, así se distribuye por regiones, tomando como referencia los datos de 2022:

Continente Incidencia por cada 100.000 habitantes
Oceanía 409,0
América del Norte 364,7
Europa 280,0
Latinoamérica y el Caribe 186,0
Asia 164,4
África 132,3

Cuando se habla de mortalidad, en cambio, el mapamundi del cáncer varía. Los números absolutos de muertes por cáncer en 2022 muestran una imagen distinta a los de su incidencia.

En Asia, 5.464.451 personas perdieron la vida por esta causa. Le sigue Europa con 1.986.093 muertes. África, Latinoamérica y el Caribe y América del Norte se sitúan detrás en esta tabla, con 763.843, 749.242 o 706.427 respectivamente. Oceanía cuenta con 73.776 fallecidos por culpa de esta enfermedad.

Según el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS, aproximadamente el 40% de los casos diagnosticados en todo el mundo podrían haberse prevenido. O, al menos, haberse detectado de manera precoz. 

La Unión Europea

En la UE, el cáncer es la segunda causa de muerte, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares. En Bélgica, Dinamarca, Francia, Países Bajos y España ya se sitúa como el principal motivo de defunción.

Un análisis de la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) asegura que, dentro de las fronteras de la Unión, no todas las personas tienen el mismo riesgo de perder la vida debido al cáncer. "Ni siquiera dentro de un mismo país", matiza.

En 2021, la Comisión calculó que el coste del cáncer en la UE ascendía a 100.000 millones anuales. En un informe publicado el pasado noviembre, la OCDE asegura, por su parte, que hasta 2050 el impacto económico de esta enfermedad aumentará en un 67%.

Asimismo, según un estudio del Parlamento Europeo, se prevé que para 2040 los diagnósticos aumenten un 19% en toda la Unión y las muertes, un 27%. En el Viejo Continente, además, se estima que en las próximas dos décadas los cánceres más diagnosticados sean el de pulmón, el colorrectal, el de mama y el de páncreas.

El caso español

Por su parte, el informe Las cifras del cáncer en España 2025, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), indica que este año se detectarán 296.103 nuevos casos en nuestro país, un 3,3% más que en 2024. Además, se estima que para 2050 la incidencia supere los 350.000 diagnósticos. 

Y precisamente por eso, desde la SEOM apuestan por la oncología de precisión que, explican, "permitirá identificar biomarcadores" en muchos de estos nuevos casos de cáncer anuales. Y, además, "seleccionar los tratamientos más eficaces y seguros para cada paciente". 

En un comunicado, el presidente de la SEOM, César A. Rodríguez, recuerda que "esta medicina de precisión, junto con las terapias dirigidas y la moderna inmunoterapia, ha contribuido a la mejoría en la supervivencia del cáncer lograda en las últimas décadas". 

Mali y los países pobres

Pero no todos los países cuentan con los recursos de los que disponen España o la UE. Durante décadas, en lugares en vías de desarrollo y empobrecidos, como Mali o Malaui, un cáncer era una sentencia de muerte. Especialmente los diagnósticos relacionados con la salud de las mujeres, como el cáncer de mama o de cuello uterino. 

Especialmente en el continente africano, explican desde Médicos Sin Fronteras (MSF), los casos se ha duplicado en las dos últimas décadas. Alice Authier, responsable de la unidad médico-operativa de oncología de MSF, asegura que hasta 2040 los diagnósticos verán un aumento en toda África de hasta un 94% (comparado con el 29% que se espera en Europa). 

Por eso, el trabajo de concienciación para una detección temprana que se está llevando a cabo en varios países del continente es tan relevante. Y es que, como explica Authier, "las tasas de supervivencia son extremadamente bajas, incluso para los cánceres curables en los países con economías menos prósperas".

Estas disparidades, recuerda, "se deben a las enormes diferencias en la prevención y atención del cáncer, así como a las disparidades en la exposición a factores de riesgo, infecciones, disponibilidad de programas de salud pública y acceso a diagnósticos y tratamientos". Y pone un ejemplo claro: "Las infecciones que causan cáncer, como el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis, son responsables de aproximadamente el 30% de todos los casos de cáncer en los países con tasas bajas de mortalidad infantil y juvenil".

Los "costes vertiginosos" que suponen los tratamientos contra esta enfermedad y los procesos de prevención, cuenta Authier, llevó a que MSF pusiese en marcha sendos programas contra el cáncer en Mali y Malaui. Con ellos, buscan, como explican desde la oenegé, "mejorar el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama y cuello uterino" que presentan en estos países la mayoría de los diagnósticos para ambos sexos combinados. 

"Las principales barreras que observamos en estos contextos están relacionadas con el acceso a servicios preventivos asequibles, incluida la información y la concienciación a nivel comunitario", insiste la médica de MSF. Y añade que "esta relativa desigualdad de acceso a la información y los servicios suele llevar a las mujeres a buscar atención médica solo cuando aparecen síntomas, lo que significa que en realidad ya tienen algún tipo de cáncer".

Pero más allá de la prevención y detección precoz, Authier apunta a la escasez de tratamientos asequibles en los países con menos recursos. "La quimioterapia, la cirugía y la radioterapia solo suelen estar disponibles en los grandes hospitales, por lo que se requiere una inversión tanto en la formación de personal altamente cualificado y especializado, como también en el equipamiento técnico de los centros".

Y recuerda que, por ejemplo, "en Malaui, la radioterapia no es gratuita y en Mali la maquinaria se rompe regularmente" sin poderse sustituir con facilidad. Asimismo, la médica insiste en que las "limitaciones" con las que se trabaja en países empobrecidos hacen que averiguar el estadio en el que se encuentra el cáncer una vez detectados quede, en muchas ocasiones, en manos de "la imaginación" del sanitario. 

El cáncer estadounidense

En sistemas de salud como el de Estados Unidos, en el que el acceso a la sanidad es dispar entre diferentes clases sociales o etnias, el diagnóstico y tratamiento del cáncer es más complejo que en lugares como España. Allí, por ejemplo, esta enfermedad tiene una mayor tasa de mortalidad entre los hombres negros y los nativos americanos.

Ahora, la decisión del presidente Donald Trump de retirar al país de la OMS despierta dudas sobre cómo se traducirá en la detección precoz del cáncer, al igual que de otras enfermedades.

Amanda Klasing, directora de Relaciones con el Gobierno y Trabajo de Incidencia en Amnistía Internacional EEUU, asegura que el paso de Trump "muestra su flagrante desprecio por la salud pública mundial y por la necesidad de que los países trabajen codo con codo para abordar las amenazas globales a la salud". Como uno de los mayores financiadores de la OMS, se teme que su retirada "socave" los esfuerzos sanitarios dentro y fuera del país.