Imagínese que es una chica de 15 años que prospera en la escuela y sueña con ser doctora. Parece que nada puede interponerse en su camino. Hasta que se ve obligada a abandonar los estudios y a casarse. Es descorazonador, ¿verdad?

Para Janet, tener que dejar la escuela no fue precisamente algo que le llamara la atención. Después de todo, el 40% de las niñas de su país, Uganda, se casan antes de cumplir los 18 años.

El matrimonio infantil es sólo una de las razones por las que las niñas se alejan de las aulas. Pero hay otras; son innumerables. Las crisis, los conflictos o incluso un simple cambio de gobierno pueden poner rápidamente en peligro la educación de las niñas en diferentes partes del mundo.

El 40% de las niñas de Uganda se casan antes de cumplir los 18 años

Como resultado, millones de niñas nunca tienen la oportunidad de pisar un aula. En todo el mundo, casi 1 de cada 4 niñas de entre 15 y 19 años no va a la escuela, frente a sólo 1 de cada 10 niños.

Que las niñas permanezcan en la escuela tiene beneficios evidentes, pero el impacto va mucho más allá de la transformación de la propia vida de las niñas. No exageramos cuando decimos que invertir en la educación de las niñas puede cambiar el curso del mundo.

Cerrar la brecha de género

Imagine un mundo en el que todas las niñas tuvieran 12 años de escolarización. ¿Sabe que si esto ocurriera, el matrimonio infantil se reduciría en un 64% a nivel mundial?

Sólo un año de educación primaria puede aumentar sus ingresos en el futuro hasta en un 20%. World Vision

Y con cada año de escuela secundaria veríamos que la probabilidad de que una niña se casase antes de los 18 años se reduciría en un 5% o más.

Disminuir el matrimonio infantil gracias a la educación es sólo una de las formas en que las niñas que van al colegio pueden cerrar la brecha de género. Pero hay más.

Para las niñas que permanecen en la escuela, sólo un año de educación primaria puede aumentar sus ingresos en el futuro hasta en un 20%, mientras que un año adicional de escuela secundaria puede incrementar sus salarios hasta en un 25%.

Ayudar a las niñas a permanecer en la escuela no sólo puede conducir a un mundo más igualitario desde el punto de vista de género, sino que ayuda a romper el ciclo de la pobreza.

No exageramos cuando decimos que invertir en la educación de las niñas puede cambiar el curso del mundo

Estimular las economías nacionales

La pandemia de la covid-19 ha supuesto un trastorno sin precedentes para la educación. De los niños y niñas matriculados en la escuela antes de la pandemia, es posible que millones no vuelvan nunca. 

Y los datos indican que la mayoría de los que se queden sin escolarizar de forma permanente serán niñas. Según la UNESCO, es probable que hasta 11 millones de niñas no vuelvan a las aulas después de la pandemia.

Pero a medida que los países comienzan a salir de la pandemia, sabemos que invertir en la educación de las niñas las pondrá en la vía rápida del crecimiento económico.

Invertir en la educación de las niñas tiene beneficios sanitarios para las generaciones venideras.

Los datos demuestran que cuando un 10% más de niñas va a la escuela, el PIB del país aumenta un 3%. Y el Foro Económico Mundial predice que el PIB de un país podría aumentar en un 10% si todas las niñas terminan la escuela secundaria. Esto podría suponer una enorme diferencia para las economías de renta baja.

Salvar vidas, mejorar la salud

¿Sabe que un niño nacido de una madre que sabe leer tiene un 50% más de posibilidades de sobrevivir más allá de los 5 años? Invertir en la educación de las niñas puede tener beneficios sanitarios transformadores para las generaciones venideras.

Beneficios como la erradicación de la mutilación genital femenina y la reducción de la posibilidad de embarazos precoces o de contraer el VIH/SIDA.

 El PIB de un país aumentaría en un 10% si todas las niñas terminasen la escuela secundaria

Las niñas que han podido estudiar tienden a tener menos hijos y a tenerlos más tarde, lo que conlleva embarazos más seguros, partos menos arriesgados y bebés más sanos.

Como defensora de la educación de las niñas, la organización World Vision trabaja para mejorar el acceso de las niñas a la escuela en los países en los que trabajamos ayudando a identificar y romper las barreras en sus vidas.

Esto implica trabajar con toda la comunidad, incluidas las familias, las escuelas, los grupos religiosos, los gobiernos y los líderes tradicionales. Y promover los valores de la educación, impulsando el acceso igualitario. Porque educar a una niña puede cambiar el mundo. 

***Eloisa Molina es la coordinadora de Comunicación de World Vision España.