En una realidad actual en la que el cambio climático no ha dejado de ser motivo de preocupación en todo el mundo, así como el aumento generalizado de las temperaturas y sus efectos en la salud humana y todo ello mientras en España los termómetros y temperaturas veraniegas no dejan de subir, el calor ha pasado a convertirse en uno de esos temas de preocupación y de actualidad.

Estos próximos días, las temperaturas serán altas, sobre todo en el este peninsular y Baleares, pero a partir del fin de semana, el calor se intensificará y se extenderá a la mayor parte del país. Será un nuevo episodio cálido, con temperaturas inusualmente altas para la época. 

El calor y el cambio climático son ya una realidad alarmante que afecta a millones de personas en todo el mundo y que hace que nos preguntemos sobre cuál es el punto máximo de temperatura al que puede llegar el cuerpo humano.

Un interrogante sobre cuál es el límite de temperatura extrema máxima que puede llegar a soportar el ser humano, que desvelaremos a continuación y gracias a los resultados obtenidos en una reciente investigación de la Universidad de Roehampton en Reino Unido, así como las consecuencias que este calor extremo puede llegar a tener en nuestro cuerpo.

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Qué temperatura máxima puede soportar el ser humano

Los investigadores presentes en este reciente estudio se centraron en observar el intervalo de temperaturas en el que la tasa metabólica (cantidad de energía mínima necesaria para que el cuerpo realice los procesos básicos), puede seguir controlando la temperatura de nuestros órganos vitales internos del cuerpo, como el corazón, el cerebro o los pulmones, sin consumir más energía de la normal.

"Se ha trabajado mucho sobre el rango de temperaturas en el que las diferentes especies animales prefieren vivir en términos de que sus tasas metabólicas sean mínimas y, por lo tanto, su gasto de energía sea bajo, pero, extrañamente, la información está mucho menos disponible para los humanos considerando los límites superiores de nuestra zona térmica neutral", explica la profesora Halsey y miembro de la investigación.

Aún así, la temperatura crítica superior para los humanos que han identificado en la investigación, es la que se sitúa entre los 40ºC y 50ºC, siempre y cuando se esté bien hidratado y con una humedad ambiental normal.

Una cifra que contrasta con la que causaría los golpes de calor, ya que estos no se suelen dar por una exposición a una alta temperatura a corto plazo, sino como consecuencia de estrés térmico acumulado durante días o semanas o lo que es lo mismo, por periodos más largos de exposición a altas temperaturas entre los 30ºC y los 35ºC. 

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Cómo puede afectar a un ser humano superar los 50ºC

Una vez superados los 50ºC, Hasley y su equipo están investigando cómo la función cardíaca puede verse afectada y cómo los efectos sobre el corazón también pueden variar de una persona a otra, en función de la edad y del estado físico, además de que según la profesora Halsey "hombres y mujeres muestran algunas diferencias claves en sus respuestas cardiovasculares al calor", advierte.

En cualquier caso, cuando el cuerpo está demasiado caliente y a esas temperaturas hablaríamos de la hipertermia, que es cuando la temperatura corporal central se sitúa entre los 37 y 38 grados, siendo a partir de los 40ºC en el cuerpo cuando nuestras células mueren. Todo ello en contraste con lo que dicen investigaciones como la mencionada donde con buenas condiciones de hidratación y humedad se determina la temperatura límite en 50 ºC, sufriendo hipertermia después de pocos minutos expuesto un ser humano a este calor.

Cómo enfrentar el calor veraniego sin que suponga un peligro

El verano en España cuenta cada vez con temperaturas más elevadas, por lo que saber enfrentarlas con seguridad y mantener una hidratación adecuada a lo largo del día es fundamental, pero esta no es la única medida que podemos adoptar para preservar nuestra salud frente al calor.

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A continuación, te compartimos algunos consejos que resultan efectivos para protegerte de las altas temperaturas:

• Evita la exposición solar en las horas más calurosas: Es crucial reducir al mínimo posible el tiempo que pasamos al aire libre durante las horas de máxima insolación, generalmente entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde. Estos momentos del día tienden a ser los más abrasadores y, por lo tanto, los más riesgosos.
• Ejercicio con precaución y planificación: La práctica de ejercicio físico requiere especial atención. Dado que el ejercicio aumenta la sudoración y, en consecuencia, la pérdida de líquidos corporales, se recomienda realizar actividades deportivas en las primeras horas de la mañana o al caer la tarde, cuando las temperaturas son más moderadas.
• Ducha templada: Mientras que una ducha fría puede resultar tentadora para aliviar el calor, en realidad puede llevar a un aumento en la temperatura corporal debido a la reacción del cuerpo. Optar por una ducha tibia resulta más efectivo y refrescante.
• Aumenta el consumo de frutas y verduras: Si bien la hidratación es esencial, incorporar agua no es la única forma de lograrlo. Las frutas y verduras son ricas en contenido acuoso, lo que las convierte en aliados ideales para mantenernos hidratados durante el verano.
• Viste con prendas ligeras y transpirables: La transpiración es el mecanismo natural del cuerpo para regular la temperatura. Usar ropa ligera y transpirable facilita este proceso, contribuyendo significativamente a reducir la sensación de calor.