La industria de la moda cada vez más busca mostrar otra cara en su convivencia con el planeta. Eso quiere hacer precisamente la sevillana Cristina Piedra con los nuevos diseños de ropa estival, camisas, camisetas y bañadores, que ha lanzado con su marca Pistache.

Sus nuevas propuestas son creaciones propias, originales, atrevidas, que se estampan en telas confeccionadas con hilos hechos a partir de microplásticos. Sobre todo proceden de restos de botellas, de redes de pesca y otros residuos marinos, rescatados del Mar Mediterráneo y del oeste de la Costa Africana y posteriormente reciclados. 

Sus últimos diseños han sido lanzados bajo el paraguas de su nueva colección Órbita. Se trata de una edición muy limitada y su nombre se inspira precisamente en el conocido efecto mariposa. Concretamente, en cómo éste provoca la conexión de todos conectados en una misma órbita y los daños que pueden provocar en el medio ambiente determinados tipos de consumo.

[Del 'fast fashion' al 'slow fashion', la necesaria transformación de la industria textil]

Cristina estudió Turismo, se dedica parcialmente a ello, pero también a potenciar su firma de moda. Comenzó a dibujar durante una estancia en Francia y después le surgió la idea de estampar sus creaciones en telas y así hasta hoy. Su proyecto arrancó de manera autodidacta, aunque se ha formado posteriormente, hace tres años como aficionada. Desde el pasado mes de septiembre se dedica formalmente.

Modelos con diseños de la marca Pistache.

El amor por la costura y el diseño le viene de familia. Su abuela, Carmen, era costurera y su madre, Elena, ceramista de profesión, aprendió de ella y le inculcó la afición desde pequeña, aunque también por el arte en general. "Mi madre, en vez de darme un juguete, me daba un trozo de barro", asegura Cristina Piedra en conversación con ENCLAVE ODS.

Su objetivo ahora, con la ayuda de su madre, es convencer a este público que ya se había fijado en su marca y a potenciales clientes de que con estos diseños está consumiendo una moda sostenible, responsable y exclusiva, hecha con microplásticos que se recogen en el mar. 

[Carolina Álvarez-Ossorio (Ecoalf): "Ojalá no se hable de moda sostenible y sea el estándar de la industria"]

En concreto, con este material se hace el hilo y con ese hilo se confeccionan las telas que adquiere en una empresa de Barcelona sobre la que diseña sus estampados. Cristina piensa en color, crea el dibujo y como mucho hace 20 prendas de cada diseño, explica a este medio. De ahí su exclusividad.

Tres pilares

Para hacer sus creaciones se inspira en su día a día y en sus gustos artísticos. De hecho, para el nombre de su marca Pistache estaba buscando algo que empezara por la ‘P’ de su apellido y que fuera en francés porque fue en el país galo donde se inspiró para arrancar este proyecto.

Los pilares básicos de la marca sevillana son el diseño, el made in Spain, y el slow fashion. "La firma nace porque tenía que nacer, porque al final explotó. Porque tiene ganas, pasión, ilusión. Porque quiere alegría, color, diversión. Porque, sobre todo, está rebosando amor… y que salga el sol por donde quiera".

[El diseñador Ernesto Naranjo: "El consumidor aprecia muchísimo que el producto salga de España"]

Son las palabras con las que la diseñadora explica en su web cómo nació este proyecto con el que pretende llenar los armarios de color y a la vez concienciar sobre el consumo responsable y sostenible para la supervivencia del planeta.