Cogolludo (Guadalajara).
Parece Florencia pero es la joya escondida de Guadalajara: el pueblo cercano a Madrid que tienes que visitar
Un pequeño municipio de 550 habitantes que podría confundirse con una postal de la Toscana, pero que está en Castilla-La Mancha.
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En el corazón de la Alcarria, escondido entre campos de lavanda, encinas y montañas suaves, se alza un pueblo que podría confundirse con una postal de la Toscana. Pero no, no estamos en Florencia, ni siquiera en Italia. Estamos en Cogolludo, una joya medieval de la provincia de Guadalajara que cada primavera se viste de luz, historia y encanto rural.
Lo primero que llama la atención al llegar a este municipio de tan solo 550 habitantes es el majestuoso Palacio de los Duques de Medinaceli, una joya del Renacimiento que parece sacada de una ciudad italiana. Su fachada de piedra tallada, considerada una de las más bellas de Castilla-La Mancha, lo convierte en el monumento más fotografiado del pueblo.
Justo enfrente se encuentra la Plaza Mayor, un rincón lleno de vida donde se mezclan la historia y la tranquilidad. A un lado, la Iglesia de Santa María, con su torre mudéjar y su impresionante retablo barroco, es otra parada imprescindible para los amantes del arte y la arquitectura.
Perfecto para una escapada rural
Además, Cogolludo es también punto de partida para explorar la Sierra Norte de Guadalajara, un paraíso para los amantes del senderismo y la naturaleza. Muy cerca se encuentra el Parque Natural de la Sierra Norte, donde es posible realizar rutas señalizadas, avistar aves o simplemente disfrutar de la tranquilidad del campo.
Durante la primavera, los paisajes se tiñen de verde y los cielos limpios permiten disfrutar de atardeceres inolvidables.
Y después de caminar, toca reponer fuerzas. La gastronomía local es otro de los grandes atractivos del lugar. No puedes irte sin probar el cabrito asado, uno de los platos estrella, o sin disfrutar de los vinos de la comarca, cada vez más reconocidos por su calidad.
Un ambiente acogedor y tranquilo
Cogolludo ofrece un ambiente acogedor y tranquilo. Pasear por sus calles empedradas, dormir en una casa rural con encanto o descubrir la historia del lugar a través de sus museos y tradiciones es parte de la experiencia.
Y si te gusta el turismo de eventos, ferias, fiestas patronales y jornadas gastronómicas animan el pueblo durante todo el año.
