El Dr. Alejandro Berenguel, cardiólogo de HM IMI Toledo, ha alcanzado las 4.000 pruebas de esfuerzo cardiopulmonar tras seis años de trabajo en este área. Una cifra que sigue creciendo al ser cada vez más los deportistas y los afectados por COVID persistente que pasan por su consulta.

“Los síntomas más habituales de esta patología son la fatiga, falta de respiración, dolor de cabeza y déficit de atención, entre otros y el perfil más habitual son mujeres 30 a 50 años, que han pasado un COVID leve”, explica Berenguel.

La ergoespirometría o examen de esfuerzo cardiopulmonar es una prueba de gran utilidad tanto en la valoración de pacientes como en deportistas. Según señala el cardiólogo, “permite analizar de manera objetiva la situación funcional de un sujeto, es decir, su capacidad para realizar un esfuerzo".

"Esto se consigue mediante la medición del consumo de oxígeno máximo (VO2 max) alcanzado durante un esfuerzo, que es la capacidad del organismo de transformar el oxígeno respirado en energía y movimiento. En caso de que el VO2 esté bajo, la prueba nos permitirá discriminar cuál es la causa responsable. Por tanto, es una prueba aconsejable en el caso de presencia de síntomas de fatiga o cansancio de causa no aclarada", explica el doctor.

Esta técnica se puede emplear tanto en deportistas de élite como amateur para analizar su situación funcional o estado de forma, y nos permite obtener una serie de parámetros que ayudan a optimizar los entrenamientos y mejorar el rendimiento, con independencia del nivel deportivo del individuo” concluye Berenguel.