Carlos Velázquez y Ángel Nicolás en la adhesión de Cecam a la candidatura.
Cecam se adhiere a la candidatura de Toledo como Capital Europea de la Cultura en 2031
Los empresarios creen que será "una oportunidad para los negocios de distintos sectores como el de la tecnología, la gastronomía, el diseño, el turismo o la educación".
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La Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) se ha adherido este jueves al proyecto de Toledo para convertirse en Capital Europea de la Cultura en 2031, debido a las oportunidades que conllevará para las empresas de distintos sectores si se logra.
El presidente de Cecam, Ángel Nicolás, ha firmado el protocolo de adhesión en un acto con el alcalde, Carlos Velázquez, y ha agradecido al Gobierno municipal que cuente con los empresarios de la región de cara a la candidatura.
"El desarrollo cultural y económico van de la mano. Si Toledo resulta elegida no solo significará que se pone en valor su historia y su cultura, sino también que se abren nuevas oportunidades para las empresas para la creación de empleo, el fortalecimiento del sector turístico y convertirse en un escaparate para las empresas", ha expresado.
Nicolás ha incidido en que Cecam apuesta porque Toledo logre la declaración, lo que conllevará afianzar más la relación entre el sector público y el privado y será "una oportunidad para las empresas de distintos sectores como el de la tecnología, la gastronomía, el diseño, el turismo o la educación".
"El proyecto más potente"
Por su parte, Velázquez ha dado las gracias a los empresarios por su apoyo. Y ha destacado que contar con ellos en este proyecto diferencia a la candidatura de Toledo de otras.
"Será el mejor proyecto y el más potente. Ya se han adherido la Junta, las Cortes, la Universidad de Castilla-La Mancha, Puy du Fou, Fedeto y ahora Cecam. La próxima adhesión será la de la empresa Joma", ha indicado.
Carlos Velázquez y Ángel Nicolás en la adhesión de Cecam a la candidatura.
Por último, ha coincidido con Nicolás en reconocer que si se consigue la distinción tendrá un impacto importante no solo en las empresas de carácter cultural, sino también en otros sectores como el turístico, el gastronómico, el tecnológico o el del transporte.
