Valle del Río Ungría, un espacio natural protegido en Guadalajara

Guadalajara MEDIO AMBIENTE

Castilla-La Mancha protege el Valle del Río Ungría, un ecosistema único situado en Guadalajara

Cuenta con una superficie de 7.068,01 hectáreas y se extiende por hasta 11 municipios de la provincia. 

20 mayo, 2022 09:25

La Consejería de Desarrollo Sostenible ha aprobado un decreto por el que se declara Paisaje Protegido el territorio de la provincia de Guadalajara bajo la denominación Valle del Río Ungría, con una superficie de 7.068,01 hectáreas, ubicado en los términos municipales de Atanzón, Brihuega, Caspueñas, Centenera, Gajanejos, Guadalajara, Ledanca, Lupiana, Muduex, Trijueque y Valdeavellano, que cuenta ecosistema único. 

En dicho decreto que publica el Diario Oficial de Castilla-La Mancha se explica que el objetivo es garantizar la conservación de la flora, fauna, gea, paisaje, aguas y atmósfera de este espacio natural, así como la estructura, dinámica y funcionalidad de sus respectivos ecosistemas y geosistemas, con especial atención a los elementos geomorfológicos y a las especies de flora y fauna catalogadas presentes en el área.

De igual modo, se pretende restaurar las áreas y recursos naturales que se encuentren degradados, garantizar el uso sostenible de los recursos naturales renovables, de manera compatible con la conservación de los demás valores naturales.

Asimismo, se promoverá la investigación aplicada a la conservación de la naturaleza, se protegen los valores paisajísticos del entorno mediante la conservación de aquellas áreas singulares y se conservan los valores culturales singulares característicos y tradicionales de la zona.

Desde el departamento que dirige José Luis Escudero alegan también que con esta protección se promueve el desarrollo sostenible, compatibilizando al máximo la conservación de los valores naturales, con el aprovechamiento ordenado de sus recursos y la utilización con fines científicos, educativos, culturales y recreativos, en armonía con los derechos de su población y potenciando su desarrollo socioeconómico.

La cuenca del Valle de Río Ungría, desde su nacimiento hasta su unión con el arroyo Matayeguas, se ubica a escasos 20 kilómetros al este de la capital provincial y dentro de la comarca geológico-paisajística de la Alcarria.

Valle del Río Ungría (Guadalajara). Foto: vallerioungria.com.

Valle del Río Ungría (Guadalajara). Foto: vallerioungria.com.

Valle del Río Ungría

El Valle del Río Ungría es un cerrado barranco que socaba el páramo alcarreño, una llanura caliza a unos mil metros de altitud. Su combinación de geomorfología, vegetación natural y cultivos configura un paisaje típicamente alcarreño con escasa o nula presencia en el territorio de infraestructuras como antenas, líneas eléctricas, carreteras, viviendas y construcciones dispersas y núcleos urbanos.

Respecto a la fauna, el análisis de la zona con datos propios de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, así como de información proveniente de otros informes, arroja un total de 79 especies de fauna protegida.

Destaca el grupo rapaces tanto rupícolas como forestales, siendo reproductora en la zona y habiéndose constatado la existencia de territorios y presencia regular durante el periodo reproductor de águila real, halcón peregrino, búho real, águila calzada, águila culebrera, azor, gavilán y ratonero, así como de aves paseriformes ligadas a medios forestales y sus ecotonos.

"En definitiva, destaca la singularidad e importancia de los valores paisajísticos del Valle del Río Ungría, al ser un valle estrecho que se excava en la llanura alcarreña, como consecuencia del encamamiento del río en el páramo, generando una geomorfología de alto valor paisajístico con paleocauce, meandros cerrados y barrancos encajados, tapizado con una vegetación bien conservada que le otorga variedad cromática y de texturas. Destacan los bosques caducifolios de quejigos y riberas, contrastando con encinares perennifolios que configuran un paisaje dinámico, de agradable vista, cuya heterogeneidad viene aumentada por la diversidad de ambientes y rincones, de solanas y umbrías, que según desde qué lugares se contemple cambia según la época del año", han destacado desde la Consejería.

Al valor paisajístico habría que añadir el valor de elementos del legado cultural de la ganadería extensiva, como antiguos chozos o parideras, lo que supone la necesidad de conservación de dichos valores singulares característicos y tradicionales de la zona, para preservar la interacción armoniosa entre naturaleza y cultura, con la promoción del desarrollo sostenible, compatibilizando al máximo la conservación de los valores naturales con el aprovechamiento ordenado de sus recursos y la utilización con fines científicos, educativos, culturales y recreativos, en armonía con los derechos de su población y potenciando su desarrollo socioeconómico.