Ciudadanos Cuenca ha exigido a los gobiernos central y regional que retomen los proyectos de construcción de las autovías Cuenca-Teruel y Cuenca-Albacete al entender que, "tras años de promesas", ambas instituciones "deben de cumplir con su palabra y dejar de poner excusas".

Para explicar su exigencia, han instalado una carpa informativa en el centro de la capital conquense donde el secretario provincial de Organización de la formación naranja, David Prieto, ha subrayado que "tanto el retraso de la provincia como su problema de despoblación se explican en gran medida por la inexistencia de infraestructuras que la comuniquen con el resto del país".

En este sentido, ha destacado la importancia de la autovía del Júcar para conectar Cuenca con el Levante; así como la de la autovía a Teruel "para ofrecer un eje de comunicación norte-sur alternativo a los saturados Corredor del Mediterráneo o central", ha informado Cs en nota de prensa.

La formación naranja, que ha reprochado al PP la paralización de la autovía a Albacete durante la pasada legislatura, ha pedido al Gobierno de Emiliano García-Page "que compense el agravio con un mayor esfuerzo presupuestario para hacer realidad esta vía de alta capacidad cuanto antes".

En relación a la autovía a Teruel, Cs ha criticado que la Diputación de Cuenca y la turolense renuncien a la prolongación de la A-40 entre ambas capitales a cambio de la mejora integral de la N-420; por lo que ha exigido que las mejoras en la nacional se acometan con cargo a las partidas de mantenimiento de la red secundaria, y que el Ministerio de Fomento cumpla con su compromiso para ejecutar la vía de alta capacidad.

Prieto ha sentenciado que "la mejora de las comunicaciones contribuiría a mejorar el tráfico de turismos y mercancías en una de las zonas peor comunicadas de Europa, al tiempo que se atajaría el problema de la despoblación y se contribuiría a la creación de empleo".

En la mesa informativa instalada en Carretería, militantes de Cs han explicado a los conquenses las promesas incumplidas por parte de los dirigentes políticos respecto a dichas infraestructuras, y han podido comprobar la "indignación" generalizada de la sociedad.