Belén Viviente de Moral de Calatrava.
Un pueblo de Ciudad Real se transforma en un belén viviente gigante: 32 escenas y más de 150 actores
"Este belén no sería posible si hubiera que pagarlo todo. Cada uno aporta lo que tiene", explica una de las precursoras.
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La localidad con larga tradición vitivinícola de Moral de Calatrava (Ciudad Real) volverá a convertirse en un Belén de Judea a tamaño real con la celebración del XVII Belén Viviente, uno de los más grandes de toda Castilla-La Mancha.
Será el próximo sábado 27 de diciembre, a partir de las 17:00 horas, cuando más de 150 figurantes ataviados con vestuario de época recrearán diferentes escenas bíblicas en una decena de calles de este municipio ciudadrealeño.
Este espectáculo organizado por la Parroquia de Moral de Calatrava nació gracias a un grupo de confirmación de adultos de la Iglesia San Andrés Apóstol que decidió representar el nacimiento. Con el paso de los años, aquella humilde iniciativa se ha transformado en un montaje con 32 escenas repartidas por todo el casco antiguo de Moral.
Carpintería del Belén Viviente de Moral de Calatrava.
"Nunca imaginábamos que llegaría a involucrar a medio pueblo", resalta María José Rubio, una de las precursoras y responsable de la organización que atiende a EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha.
Para cuidar a los actores, entre ellos niños y hasta un bebé de pocos meses que hace de Niño Jesús, el equipo reparte caldo caliente tanto a los participantes como a los visitantes. Al tratarse de una actividad al aire libre en pleno invierno, la organización aconseja acudir con ropa de abrigo adecuada.
Cartel.
Dada la elevada afluencia de gente, dividen el espectáculo en varios pases a lo largo de las tres horas que se extiende. "Este año esperamos superar los 6.000 visitantes del año pasado", afirma Rubio.
Los visitantes caminarán por una 'ciudad de Belén manchega' llena de vida donde se plasman escenas como la anunciación, el sueño de los pastores, el nacimiento, los Santos Inocentes o la llegada de los Reyes de Oriente.
Rubio destaca el carácter comunitario del montaje: "Todo el pueblo se une para crear el belén viviente". Los vecinos prestan todo tipo de materiales, enseres y espacios privados y los preparativos comienzan seis meses antes.
Una de las escenas del belén.
"Este belén no sería posible si hubiera que pagarlo todo. Cada uno aporta lo que tiene y lo hace con entusiasmo", añade.
El día grande empiezan a montar a las seis de la mañana y, "si pasas esa misma noche a las doce de la madrugada, ya no queda nada; lo desmontamos como si fuera una casa de Playmobil", bromea María José.
Un año más, el Belén Viviente de Moral de Calatrava tiene un carácter solidario. "Los donativos se destinarán a un centro de desintoxicación que trabaja por la reinserción de personas con adicciones", apunta.
Más escenas del belén.
La cuidada puesta en escena en las calles del casco y la participación vecinal han consolidado esta iniciativa como una cita imprescindible en el calendario navideño de Castilla-La Mancha.
Sobre la etiqueta del Belén Viviente más grande de la región, una de las precursoras responde con humildad: "Un periodista nos calificó así hace años, pero prefiero que sean los que vienen los que lo valoren".