Las barriadas de Ciudad Real donde residen los familiares de las personas que este lunes protagonizaron un tiroteo en el que falleció un hombre, y que se ha saldado con ocho detenidos, han vivido la última noche con tranquilidad, tras los disturbios vividos en las últimas jornadas, gracias al despliegue policial en la zona para evitar altercados.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno han confirmado a Efe que también “se han reducido considerablemente” las llamadas con falsas alarmas para entorpecer la labor de los efectivos que se han venido sucediendo desde el miércoles. El objetivo de estas comunicaciones era provocar el movimiento policial para seguir quemando y ocasionando daños en coches y en viviendas.

“Se van a perseguir penalmente estas llamadas y seguiremos trabajando por mantener la calma y la tranquilidad”, ha asegurado la Subdelegación, que ha reconocido que temen que crezca la tensión cuando los 8 detenidos, uno de ellos menor, pasen en la próximas horas a disposición judicial.

En una rueda de prensa conjunta ofrecida este miércoles, la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María Ángeles Herreros, y la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, han agradecido la profesionalidad y la coordinación de las policías Nacional y Local, y han apelado a la tranquilidad porque se está haciendo todo lo posible para solucionar cuanto antes conflicto “puntual”.