Emiliano García-Page durante un foro de turismo celebrado esta mañana en Toledo.

Emiliano García-Page durante un foro de turismo celebrado esta mañana en Toledo. JCCM

Región POLÍTICA

Page se desliga de la corriente crítica que se fragua contra Sánchez dentro del PSOE: "No estoy en ningún movimiento"

El entorno del presidente de Castilla-La Mancha descarta su adhesión al grupo de Jordi Sevilla, aunque las causas y los argumentos defendidos coinciden.

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Emiliano García-Page no se ha integrado en la incipiente y aún por concretar corriente crítica que desde el seno del PSOE trata de corregir la deriva cesarista de la que acusan a Pedro Sánchez y que se ha convertido en la razón que les impulsa. "Ni ha estado ni está para liderar ningún proyecto nacional", confirman desde el entorno del presidente de Castilla-La Mancha.

"No estoy en ningún tipo de conspiración ni de movimiento", ha subrayado el responsable regional en una entrevista radiofónica en la Cadena COPE. "No tengo edad, no tengo esa pretensión y lucho por mi propia trayectoria personal", ha dicho sobre una posible adhesión a la alternativa emergente, un foro de discrepantes con el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas.

El ámbito de actuación de Page permanece circunscrito a la comunidad autónoma que dirige y donde acumula tres mandatos consecutivos, los dos últimos con mayoría absoluta. En todo caso, la mera existencia de un espacio discrepante dentro del partido valida las tesis del barón más contestatario con Ferraz y Moncloa -y el que durante más tiempo lo ha sido.

Antes que alivio o satisfacción, los próximos al toledano recuerdan lo que ya dijeron tras el Comité Federal de julio, cuando Page topó con una dirección rendida al sanchismo en público mientras recibía adhesiones en privado. Entonces no estaba solo y ahora decenas de figuras promulgan argumentos muy parecidos a los suyos.

La oposición interna a Sánchez se articula con perfiles aún en activo; es decir, va más allá de las viejas glorias que nada tendrían que temer. Esta mañana, Page ha aplaudido a quienes, como Jordi Sevilla, dan la cara. "Están ejerciendo un derecho que tendría que ser absolutamente normal: el de poder opinar sin sentir miedo".

Sin embargo, fuentes próximas al presidente regional confirman que "ni siquiera ha sido contactado" por un grupo en el que, además de Sevilla, hay otros nombres como Ignacio Urquizu, Virgilio Zapatero, Soraya Rodríguez o Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

La cascada de casos de supuesta corrupción que cercan al partido y el Gobierno, hechos que comprometen a antiguos altos cargos del PSOE próximos a Sánchez como José Luis Ábalos o Santos Cerdán, impulsa a un foro que tiene el reto de recuperar las esencias de un partido que vio en la primavera de 2023 menguado su poder territorial. La amenaza de derrumbe electoral continúa.

En todo caso, Page "no descarta que le llamen", como recalcan desde su entorno. El propio líder regional ha confirmado que está "al tanto" del movimiento surgido. El "sentido común" y el intento de "mantener la coherencia" son, según el jefe del Ejecutivo autonómico, los dos pilares que deben regir a su partido.

Mientras Page insiste en la necesidad de un PSOE "no fanático que se pueda entender con los principales partidos institucionales", sus allegados apuntan al carácter institucional del que se reviste un presidente autonómico y secretario general de una de las federaciones más importantes.

La condición de dirigente en activo se adivina como una dificultad para sumarse, más aún para liderar, la corriente recién activada. Sin embargo, las causas de uno y los otros concuerdan. Page y los críticos que tienen a Sevilla como portavoz convergen en su respuesta al sanchismo que emergió tras las elecciones generales celebradas en el verano de 2023.

Cuestiones como la amnistía, los pactos con Junts o Bildu, la ausencia de presupuestos o la falta de asunción de responsabilidades internas por la supuesta trama de adjudicaciones irregulares se han convertido en preocupaciones compartidas. En todo caso, la unión de Page a la disidencia debe esperar.