Los obispos de las diócesis de la provincia eclesiástica de Toledo, que se corresponden con las cinco diócesis de Castilla-La Mancha, se encuentran en el Vaticano con motivo de la 'visita ad limina', que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma.

Ha comenzado con la celebración de la Santa Misa en la basílica de San Pedro, a las 7.30 horas, frente al altar de las reliquias del Apóstol, celebración que ha presidido el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid. Con él han concelebrado el arzobispo de Toledo y el arzobispo castrense, además de otros 18 obispos, entre ellos los obispos de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Sigüenza-Guadalajara y el auxiliar de Toledo, además de un grupo de sacerdotes acompañantes de las distintas diócesis.

Tras la celebración de la eucaristía, esta primera jornada ha continuado con las visitas al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, a las Congregaciones para las Causas de los Santos y para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica y, al finalizar la mañana, a la sede del Sínodo de los Obispos.

Recibidos por el papa

La visita 'ad limina' de este grupo de obispos españoles se prolongará a lo largo de toda la semana. El viernes, 28 de enero, serán recibidos en audiencia por el papa Francisco.

La visita comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como expresión de comunión eclesial y el encuentro con el papa como sucesor de san Pedro. Incluye también informar sobre la situación de la Iglesia en la diócesis que cada obispo tiene encomendada.

El papa Francisco se había visto obligado a suspender estas visitas a causa de la situación provocada por la pandemia de la COVID-19. Este mes de septiembre ha vuelto a retomar sus encuentros con los obispos de todo el mundo. Este es el último grupo de obispos españoles que efectúa la visita 'ad limina'.

El primer grupo la realizó entre los días 13 al 18 del pasado mes de diciembre. La última visita 'ad limina' de los obispos españoles fue en el año 2014, en el primer año de pontificado del papa Francisco.