Son varios los clásicos que transitan por el ideario popular. Los hay musicales, literarios, cinematográficos… y hasta de fútbol con el Real Madrid y Barcelona como protagonistas. Al lote tiene justificada su inclusión de inmediato otro clásico que tiene al presidente de Castilla-La Mancha como principal personaje. El de su tradicional visita cada año en fechas prenavideñas al obrador de mazapán Santo Tome en la capital regional, justo al lado de su despacho en el Palacio de Fuensalida.

Mas en esta ocasión el formato es diferente al que utiliza generalmente Emiliano García-Page en otras visitas, donde aprovecha para anunciar el apogeo de su Gobierno. Entiéndase, inversiones millonarias, anuncios memorables, logros cosechados -naturalmente por encima de la media nacional o a la cabeza entre las diferentes autonomías- relacionados siempre con el sector donde se cita. Sin olvidar, lógicamente, a Cospedal, peor que Mammon y veneración socialista para justificar sus calamidades, a los que tan sólo les falta llevar su estampita en la cartera ante tamaña devoción. En la fábrica de mazapán toledana ni palabra de que la producción de almendra en la región es superior en cantidad y calidad, que las tolvas y demás material necesario para elaborar el producto pudieran estar subvencionadas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, beneficiarias del Plan Next Generation de la EU, o propuestas diversas para la mejora del sector.

Al obrador Santo Tome el presidente regional sólo viene cada año a recorrer sus instalaciones junto a sus propietarios, departir y hacerse autorretratos con el personal vestido para la ocasión, hacer que fabrica figuritas o decorar sus espléndidas anguilas de mazapán. No tiene precio este clásico del presidente regional promoviendo los productos de la fábrica de mazapán toledana. Sin ser Iniesta, Resines, Gutiérrez Caba u otros personajes populares que apoyan estos días productos de consumo navideño, aunque con tablas parecidas a todos ellos, al menos el mandatario regional habrá salido del obrador, de parte de la casa, con alguna cajita o anguila de mazapán bajo el brazo para festejar estas fiestas navideñas. Bien que lo merece el influencer.