El viejo catecismo del padre Astete sostiene que uno de los preceptos generales era ”pagar los diezmos y primicias a la Iglesia de Dios”. Una formulación con clara inspiración bíblica que establecía la entrega a los sacerdotes de cada diócesis de la décima parte de los frutos, cosechas y ganados en poder de los feligreses. Un principio que en su versión más actual consiste en ayudar a la Iglesia en sus necesidades, como nos recuerda permanentemente la Institución católica. El último en hacerlo (repetirlo) ha sido el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, con motivo de la presentación de la jornada del Domund que se celebrará el próximo domingo 23 de octubre. El prelado ha pedido a la feligresía de su archidiócesis “no bajar la guardia” por la crisis económica, y seguir contribuyendo al mantenimiento de las misiones, una campaña que el pasado año recaudó 205.782,68 euros, según Cerro Chaves. Qué no esté en crisis nuestro bolsillo, reclama el pastor de la Iglesia, cuando el trance en estos momentos ya alcanza el cuello de tantos toledanos y resto de ciudadanos en este país.

Una población cada vez más pobre, un 21,7 por ciento, más de diez millones de personas en riesgo de pobreza, según el informe de EAPN, una coalición independiente de oenegés que trabaja en todo el territorio de la UE. Un panorama no especialmente esperanzador cuando también el 44,9 por ciento de ciudadanos de este país tiene alguna dificultad para llegar a fin de mes, un fenómeno que se ha acentuado durante los últimos años. Sin embargo, el arzobispo de Toledo enfatiza reclamando más generosidad a sus feligreses con la Iglesia, cuando el bolsillo de muchos de ellos lleva tanto tiempo en crisis si no en la desesperación.

No lamente Cerro Chaves la falta de largueza de sus feligreses, que siempre se han mostrado desprendidos en esta tierra. También las instituciones. En la asignación tributaria registrada a favor de la Iglesia en la declaración de la renta 2021, correspondiente a la actividad económica desarrollada en 2020, Castilla-La Mancha fue la comunidad autónoma en España que mayor porcentaje de declarantes señalaron la casilla X para su sostenimiento: 430.000 declaraciones, el 44,69% del total, y más de diez millones de euros para las arcas de la Institución. Resulta por tanto algo extemporánea la petición del arzobispo de Toledo. Una plegaria formulada en unos momentos donde el bolsillo de tantos fieles, y los que no lo son, no alcanza para adquirir los productos de alimentación y servicios más elementales para la subsistencia familiar, y su “guardia” más atenta a solventar menesteres más acuciantes que los que suplica el prelado.