El disputado voto del señor vaciado ha despertado el interés de los partidos políticos. Una inquietud sobrevenida tras el anuncio de la posible constitución de un grupo en el Congreso en representación de la “España vaciada” gracias a una previsión demoscópica de entre 8 y 15 diputados en las próximas elecciones. La llegada de un diputado de ”Teruel existe” a la Cámara Baja y la enorme relevancia que durante esta legislatura está alcanzando su único representante en el Congreso, y otros de minúscula presencia, está fomentando la aparición de numerosos movimientos similares en diversos puntos del país. Una corriente que se extiende por toda la geografía española, y que ha hecho saltar las alarmas de los grandes partidos por el valor que puede tener esta reducida representación a la hora de configurar futuras mayorías y alianzas de gobierno.

La tendencia a nivel autonómico también se ha instalado en Castilla-La Mancha, aunque todavía se ignora la fuerza de su irrupción. No obstante, algunos de sus territorios más despoblados se han integrado en la plataforma constituida por 160 asociaciones de 30 provincias de todo el país, representativas de la “España vaciada” que en septiembre decidieron crear una “herramienta política” con la que concurrir a las próximas elecciones. Una iniciativa que puede alterar el mapa político del país y el de varias comunidades autónomas, incluida la de Castilla-La Mancha. De hecho, su gobierno regional intenta neutralizar este movimiento con el anuncio a sus eventuales votantes de generosas fuentes de financiación, medidas, y proyectos empresariales para desarrollar en aquellas zonas escasamente pobladas o en riesgo de despoblación. Una partida presupuestaria, anunció la consejera Fernández, que puede llegar en la región hasta los 3.300 millones en los próximos diez años, dentro del programa de Estrategia Regional contra la Despoblación.

Preocupa y mucho la posible irrupción de estos “salvapueblos al olor de las sardinas”, como definió el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a estas incipientes plataformas. Unas candidaturas que, de concretarse, al margen del daño que harían principalmente a los dos partidos mayoritarios rebanando parte de sus votos, serian decisivos sus pocos representantes para la gobernabilidad de cualquier Administración dentro de un entorno político fragmentado como el actual. No obstante, bienvenida la aparición y el interés con el que estas candidaturas pretenden demostrar que hay vida más allá de las capitales. Representantes de núcleos de población olvidados, pero igualmente merecedores del trato social y económico que reciben localidades mayores. Un compromiso que ahora sí parecen estar dispuestos a dispensar los Gobiernos de este país, volcando todos sus recursos hacia una parte de la población injustamente ignorada durante décadas.