Entre la clase política es frecuente encontrar a personajes con afán investigador y emular al inspector Gadget, aunque seguramente con mucha menor sagacidad y sarcasmo que el célebre personaje de Bruno Bianchi. A la voz de “estamos vigilantes” nuestros políticos lejos de escudriñar su preocupación supervisora en cualquier caso, su aparente perspicacia la emplean para intentar embarrar aún más la causa en la que se han erigido interesados guardianes. Al hilo del caso Kitchen han surgido en Castilla-La Mancha numerosos custodios, en este caso socialistas que han decidido en nombre del PSOE regional estar “muy vigilantes”, sin especificar la forma del aguardo tras sus puestos institucionales.

La trama que señala a varios exdirigentes populares, María Dolores Cospedal entre otros, ya tiene tras sí suficiente presión, judicial y parlamentaria –incluida una Comisión con veredicto anticipado y listo el cadalso-, para que los inquietos socialistas de esta tierra puedan aportar algo más de lo que se enteren por los medios de comunicación o apunten sus superiores. Una “vigilancia” que bien podía variar de mira y enfocar a su consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, todo un experto a beneficio de inventario a la hora de informar sobre la situación de la Covid-19 en Castilla-La Mancha. Una condición que los ciudadanos de esta tierra llevan tanto tiempo aguardando en vano. El positivismo que sobre la situación de la pandemia desprende el Gobierno regional a través del gabinete de propaganda de Fuensalida, choca en tantas ocasiones con los indicadores que vamos conociendo por otras fuentes. Una información que el pasado domingo apuntaba “a un aumento de casos positivos en la mayoría de provincias, pero sobre todo en las de Castilla-La Mancha”, con un apoderamiento cada vez mayor en centros médicos que “ya ocupan el 10% de camas disponibles”, siete puntos más que hace tres semanas. Una tendencia de las últimas semanas que “preocupa” al Sindicato de Médicos de Castilla-La Mancha y a otros sectores sanitarios.

El PP de Castilla-La Mancha acaba de presentar en las Cortes Regionales una pregunta al Gobierno regional solicitando, pueblo a pueblo, el número de contagiados y fallecidos por la pandemia en esta tierra. Esperemos en este caso que la información facilitada, lejos del apego a la desinformación como practica rutinaria, sea real y coincida con la que luego podamos conocer por otros medios. Los castellano-manchegos tienen derecho a saber de una vez por todas la verdadera dimensión del número de fallecidos y contagiados por Covid en su Comunidad. Será la única forma de que los ciudadanos de esta tierra estén también “vigilantes” con su Gobierno, y puedan evaluar de esta forma una gestión de la pandemia que está suscitando tanto oscurantismo e improvisación.