Confidencial

Primer encontronazo serio que puede abrir brecha entre Pedro Sánchez y García-Page

28 agosto, 2018 00:00

La política del Gobierno de Pedro Sánchez en torno al trasvase Tajo-Segura es la misma de Mariano Rajoy. Distintas palabras, pero los mismos hechos. Un trasvase detrás de otro a pesar de la escasez de recursos en la cabecera del Tajo y la indignación general que esta situación provoca invariablemente en Castilla-La Mancha. El último trasvase fue aprobado por el Consejo de Ministros de Sánchez el pasado viernes y de nuevo el Gobierno socialista de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha puso el grito en el cielo y anunció un nuevo recurso ante los Tribunales de Justicia, igual que se ha venido haciendo en la etapa de Rajoy. Por ahora nada ha cambiado, salvo un discurso tal vez más ambiguo del Gobierno central, que quiere contentar a todos, y un tono menos duro que antes por parte de la Junta de Page, aunque en el fondo todo sigue igual.

Esta situación se está convirtiendo en incómoda para Page y es el motivo del primer encontronazo serio con el presidente Sánchez, un asunto de mucho calado en Castilla-La Mancha que puede abrir una brecha de distanciamiento y discrepancias entre ambos Gobiernos. El PSOE castellano-manchego, que lleva décadas instalado en el rechazo radical al trasvase Tajo-Segura, no puede ahora variar su discurso por el simple hecho de que un socialista se haya instalado en la Moncloa y esa posición política de choque puede ocasionar confrontación y polémicas entre Castilla-La Mancha y el Estado. A su vez Pedro Sánchez está contentando con su política de trasvases a las comunidades del Levante, particularmente al presidente valenciano Ximo Puig, de manera que la división interna en el PSOE es un hecho en torno a este espinoso asunto.

Diversas fuentes políticas llegan incluso a sospechar que el Gobierno de Sánchez se siente más cercano del Levante que de Castilla-La Mancha y que, por tanto, el distanciamiento con Page puede ser aún mayor. Como se sabe, Page fue uno de los barones que con mayor intensidad batalló en su día internamente contra Sánchez y estas diferencias pueden ser claves ahora en el marco de la batalla del agua que se libra en España en torno al trasvase Tajo-Segura. Lo cierto es que, sea como sea, el Gobierno de Sánchez, que prometió cambios en este asunto, no está haciendo nada nuevo que no hiciera antes Rajoy y ello provoca indignación en una comunidad tan sensible como la castellano-manchega y de forma muy especial en la cabecera del Tajo.

Por si esto fuera poco, Page se encuentra también con una dura oposición política dentro de Castilla-La Mancha que considera tibia y débil su actitud ante Sánchez, una oposición no sólo representada por el PP, sino también por Ciudadanos e Izquierda Unida y todo ello en un año preelectoral a tan sólo nueve meses de las elecciones autonómicas y municipales.