En torno a María Dolores de Cospedal se están produciendo muchos rumores en las últimas semanas. Uno de los más insistentes es que la secretaria general del PP y presidenta de este partido en Castilla-La Mancha abandonará la política después del congreso que los populares celebran este fin de semana y que será totalmente decisivo para su futuro: toca elegir al nuevo presidente nacional del PP entre Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Casado. La opción de Cospedal está muy clara a favor de Casado desde hace días pero hasta este lunes no se hizo explícita del todo, y de ella dependerá tal vez que Cospedal pase o no a la reserva y que su carrera política esté o no a punto de finalizar. Hay quien dice, sin embargo, que pase lo que pase Cospedal dará un gran giro a su carrera profesional y se marchará a otros destinos fuera de la política.

Sea como sea, lo cierto es que el futuro, no ya de Cospedal, sino del PP de Castilla-La Mancha quedará totalmente condicionado por lo que pase en el congreso del partido. El resultado final será determinante para el PP castellano-manchego, que se enfrentará a situaciones completamente distintas si gana Casado o si gana Sáenz de Santamaría. La rotunda apuesta a favor de Pablo Casado de Cospedal, y con ella de toda la cúpula regional del partido, situará al PP castellano-manchego en muy buena situación si finalmente el joven político se convierte en el nuevo presidente nacional del partido, pero puede ser un elemento demoledor en el caso de que la victoria sea para Sáenz de Santamaría. Decida lo que decida Cospedal en torno a su futuro personal, lo cierto es que al PP de Castilla-La Mancha este congreso va a marcarle un antes y un después con incidencia directa en sus filas, su dirección, su estrategia y su proyecto político.

Así las cosas, el último cartucho político de Cospedal es determinante en Castilla-La Mancha. Pablo Casado, como hipotético presidente nacional del PP, se volcaría con el partido "amigo" en la región y con su actual número dos, Vicente Tirado, mientras que si gana Sáenz de Santamaría es previsible que se produzca una notable revolución interna que lo cambie todo en la "díscola" comunidad castellano-manchega. El resultado de este congreso nacional del PP no dejará a nadie indiferente, ni siquiera al Gobierno socialista de Emiliano García-Page y al propio PSOE castellano-manchego. Para Page no es lo mismo enfrentarse en mayo de 2019 a un partido fuerte y unido en torno a Casado que a un partido roto y en formación en torno a Soraya.