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Expectación y comentarios en torno a la promesa de García Molina de renunciar al coche oficial y las prebendas

27 julio, 2017 00:00

El pasado 21 de julio el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, hizo una promesa en público de la que muchos piensan que ya está íntimamente arrepentido. Como contó ese día EL DIGITAL, García Molina se comprometió firmemente a renunciar al coche oficial y las prebendas propias de los consejeros si se consolidaba el pacto de gobierno con el PSOE de Emiliano García-Page, como así ha sido. En las próximas semanas Page formará un Gobierno de coalición con Podemos en Castilla-La Mancha en el que, presumiblemente, habrá dos integrantes del partido de Pablo Iglesias: el propio García Molina como vicepresidente de la Junta y una consejera, tal vez María Díaz, que formarán el Consejo de Gobierno junto a los consejeros socialistas. Será un Ejecutivo novedoso y pionero en Castilla-La Mancha, el primero bipartito de la historia de la región y el primero de coalición que se forma entre el PSOE y Podemos en España.

Pues bien, García Molina será examinado con lupa por toda la política regional en su primera y más contundente promesa a los ciudadanos y a los propios afiliados de Podemos: renunciar a los privilegios como miembro del Gobierno de Castilla-La Mancha y, entre otras prebendas, no usar el coche oficial que le corresponde al vicepresidente. Fue una promesa tan clara y contundente, realizada para demostrar que llega a Castilla-La Mancha un "gobierno de diferentes", que ahora el líder regional de Podemos tendrá que hacer un importante esfuerzo para demostrar que iba en serio y se desplazará por la región por medios propios o, por ejemplo, en transporte público. Situación, por otro lado, bastante complicada si tenemos en cuenta la intensidad del trabajo y la agenda habitual de un vicepresidente de Gobierno, aunque sea autonómico. No hay que olvidar, en este sentido, que García Molina se comprometió también ese 21 de julio pasado a mantener sus actuales "limitaciones salariales" y no olvidar las promesas y principios del partido al que pertenece: "Somos Podemos", dijo con mucha contundencia.

Este asunto está siendo objeto de expectación y comentarios en muchos sectores de la política castellano-manchega, tanto a la izquierda como a la derecha, y nos consta que existe la intención de mirar con detalle que García Molina cumple sus compromisos y renuncia al coche oficial y a todo lo demás. Presumiblemente este compromiso afectará también a cualquier otro representante de Podemos que entre a formar parte del Ejecutivo regional.