Capilla Sixtina

Las habilidades de Ayuso

6 octubre, 2020 00:00

Cuando la derecha pierde el poder sus estrategias consisten en crispar la vida pública y embarrar cuanto está a sus alrededor. Lo conocemos, pero se nos olvida. El objetivo no es otro que agotar a los ciudadanos mediante la creación de una confusión y tensión insoportables. Lo inauguró Aznar. Lo mantuvo Rajoy. Ahora se desarrolla el “Modelo Madrid”. España cada día se asemeja más a los Estados Unidos de Trump. ¿Cómo imponer la racionalidad cuando el de enfrente promete, miente y cambia de opinión en horas? La Sra. Ayuso está siendo protagonista de la estrategia “trumpiana” en España. Consiguió, con ayuda de otros presidentes no solo del PP, iniciar precipitadamente la desescalada. Urgía abrir bares, discotecas, celebrar elecciones. ¡La economía, gritaban desde Madrid, y olvidaban la salud! Tras la presión de las Comunidades y de los partidos del Congreso el gobierno suspendió el Estado de Alarma. Las Comunidades gestionaban en solitario sus competencias. Hoy se admite, sobre todo desde fuera, se silencia dentro, que el ritmo de la desescalada fue un error.

Durante gran parte del mes de agosto el virus se expandió sin trabas en alas de la economía. Al llegar septiembre, Madrid pidió la intervención del gobierno de España para contener lo que ellos no controlaban. Iba a ser una trampa. Madrid ha conseguido ser la capital de Europa con mayores niveles de contagio y España, el país con las infecciones más altas. Ayuso hace visitar a Sánchez la sede de la Región. ¿Cree el presidente que a Ayuso le interesa la salud? ¿Es un ingenuo? La visita ha servido para arrastrar al gobierno al centro del chapapote que la Sra. Ayuso extiende por Madrid. Tras la reunión de ambos presidentes se decide convocar reuniones técnicas. Después de un acuerdo que ahora se niega, el gobierno interviene en Madrid. La Sra. Ayuso anuncia que recurrirá por invasión de competencias. Evoca a Mas, Puigdemont, Torra. Lío, confusión y la derecha mediática atizando fogatas en variados frentes. Y así lo que se percibía como una disparatada gestión de Ayuso se ha convertido en un enfrentamiento entre el gobierno y Madrid. Existe un complot contra Madrid, argumentan. ¿No se asemejan estos discursos a los de los independentistas qué critican?

La derecha ha conseguido la situación que más le conviene: desconcierto generalizado, equidistancia informativa, responsabilidades diluidas. En ese escenario de confusión, de victimismo autonomista, Casado ha afirmado que con las medidas de sanidad para Madrid, “el ministro Illa ataca al PP para ser candidato en Cataluña.” ¿Caben más ruindades? Ante el embrollo, el ciudadano se cabrea, duda, se desorienta y piensa que la política y los políticos son una mierda. Consiguen “el todo son iguales”, “los políticos van a lo suyo”. Ayuso, incapaz de gestionar la pandemia en Madrid, muestra las habilidades del tramposo en el uso de marrullerías para deteriorar al gobierno de la Nación.

Dentro del propio gobierno también se remueve el pantanal. Podemos quiere ser gobierno y oposición. Como oposición abre un flanco a Sánchez, cuando cuestiona la monarquía o la Transición. Acarrean leña para un fuego que atiza el Sr Casado y la derecha más ultra. Si, además, se suman los jueces y el bloqueo institucional, auspiciado por la derecha, se están creando las condiciones para una segunda tormenta perfecta. Justo antes de la presentación de los Presupuestos. ¡A ver si no se aprueban! Madrid, convertida en fortín “castizo” y “choni” contra el gobierno, ensucia la política, ignora la pandemia, fatiga a los ciudadanos, incita a la desobediencia. Ayuso, con profesionalidad de hielo, ejecuta lo que se programa en Génova. Y esta lo que se diseña en la FAES de Aznar. Sabe que de ambas depende su futuro.