El éxito de la serie Gambito de dama ha recuperado a un autor que no es ni mucho menos un extraño para el mundo del cine y del juego. La primera adaptación de una de sus novelas al cine fue El buscavidas, dirigida por Robert Rossen en 1959 y protagonizada por Paul Newman que, veinticinco años más tarde volvería encarnar el papel de 'Eddie el Rápido' como maestro de Tom Cruise en El color del dinero, dirigida por Martin Scorsese. También es suya la novela que sirvió de base a la película El hombre que vino de las estrellas con David Bowie de protagonista en 1976, dirigida por Nicolas Roeg y que no tuvo el mismo éxito que las anteriores.

Walter Tevis

Walter Tevis

Walter Stone Tevis (San Francisco, 1928-Nueva York, 1984), aparte de las cuatro novelas citadas escribió otras tres y alrededor de treinta relatos. Que uno sepa, ni su autobiografía ni sus otras obras han sido traducidas al español. Como tantas veces ha  ocurrido el cine o la televisión ha llevado a miles de lectores a la obra original y como tantas veces es imposible leer la novela sin poner en la lectura la cara y el cuerpo del joven o el maduro Paul Newman como Eddie Felson el 'Rápido' o la actriz  Anya Taylor-Joy como la ajedrecista Beth Harmon.

Tanto en El buscavidas como en Gambito de dama, los protagonistas viven en el mundo del juego entre la gloria y el abismo, entre el dominio de sus impulsos y el vértigo de su propia vida sin que parezca nunca que están a salvo de sí mismos. 'Eddie el Rápido' y Berth Harmon, como parece que también le ocurrió a su creador, son sacudidos por sus adicciones de una manera que parece irremediable. Sin embargo, hay algo que también les reconduce hacia la paz consigo mismos. Es la redención de su propio conocimiento. El soplo de optimismo que alienta tras el descubrimiento y la aceptación de su propia naturaleza y su propio valor.

En El buscavidas apenas hay un puñado de personajes: la tierna Sara que se cruza como otra perdedora en el camino del protagonista, cuatro o cinco jugadores y gente que parasita y explota al jugador, y ese antagonista que representa mucho más que un adversario al que derrotar totalmente, el 'Gordo de Minnesota', un muro que derribar y que saltar para ser aparentemente libre. El buscavidas, como Gambito de dama, son mucho más que novelas sobre el juego. Walter Tevis un grande del que uno querría saber mucho más.

Walter Tevis. El buscavidas. Traducción de Rafael Martín Trechera. Alamut Ediciones, 256 páginas.