Estaba tardando, pero ya ha llegado el entuerto de corruptelas vinculado a Pedro Sánchez y su PSOE a Castilla-La Mancha. Que nadie se alarme, de momento no ha salido de entre los socialistas de la región ningún presunto acosador, traficante de influencias o recibidor a dos manos de mordidas. E insisto en eso de “de momento”, que viendo los tiempos que corren ya ni María Jesús Montero se atreve a poner la mano en el fuego por ningún ‘señor’, conocido o no.

El spin off regional del caso mascarillas, (o caso Koldo, o Ábalos, o Sepi o como quiera que se llame ya la macro operación de la UCO sobre el PSOE) tiene que ver con el peculiar urbanismo toledano. Y es que, el ex secretario general del PSOE, Santos Cerdán, aseguró el miércoles en el Senado -en una actuación excepcional- ser víctima de un complot pergeñado en un Cigarral de Toledo, según puedo leer en este digital.

Parece que Santos Cerdán sigue erre que erre con eso de que es víctima de una confabulación judeo-masónica. La nueva versión de su particular película pasa por ser ahora "víctima de un complot del Estado profundo" que nació "en un cigarral de Toledo". Y ya puestos a meterse en el papel, pone fecha al contubernio -el 2 de abril de 2021-, participantes -el exsecretario general de Vox, Javier Ortega Smith, y "lo más granado de la Guardia Civil"- y escenario - el Cigarral propiedad de la familia de Ortega-Smith, que tiene nombre de santa y emperatriz-.

De lo que no habla es de de dónde sacaba su mujer la tarjeta para comprar en El Corte Inglés como si no hubiera un mañana, de por qué es propietario la empresa Servinabar o de lo que significa que el Supremo diga de él que es “la persona encargada de percibir los premios económicos, comisiones o ‘mordidas’ a cambio de los cuales se otorgaban las indebidas adjudicaciones”. Cosillas sin importancia para el señor Cerdán, según parece.

La verdad es que lo que está teniendo que aguantar la sociedad española en estos meses da para una película. ¿El género? Dudo entre el esperpento y el culebrón turco. Lo que tengo claro es el título: ‘Todos los hombres del presidente Sánchez’. Cambiando a Robert Redford y Dustin Hoffman por Santiago Segura y Danny Trejo en los papeles de Cerdán y Ábalos, ya tenemos en Toledo el Watergate español. Se oye que Segura quiere rodar una nueva ‘Torrente’… la UCO le está dando material para una saga.

Lo que cambiaría sería la localización. El Cigarral de Cospedal, eternamente en venta, sería mucho más apropiado. El olor a presunta corrupción es como el buen perfume, que dura y dura. Y no me negarán que el PSOE de Sánchez hace tiempo que huele al PP de Bárcenas.

De momento, a falta de cine, nos toca seguir la serie por televisión, todos los días en el informativo de su elección. Lo que no sé es si habrá ganas de una segunda temporada o todo terminará en unos meses con un adelanto electoral. Se verá.