No sé si les he hablado de mi pasión por Sabina, pero le sigo desde que yo tenía 16 años y han pasado unos cuantos. Por eso no quería perderme su última gira. El concierto en Madrid fue apoteósico. No es un concierto al uso, porque hay en esta gira un poso de nostalgia y eternidad.

Joaquín Sabina se despide de su público, pero es que su público, nosotros, también nos despedimos de Sabina. Por eso flota en el aire una especie de GRACIAS. Un hola y adiós que te deja el regusto del tequila, con un toque de caramelo y otro de limón.

En fin, el "Hola y Adiós" de Sabina vino después del hola y adiós de Melody en Eurovisión, que por muy diva y poderosa que estuviera se quedó al final de la tabla. ¿Quién tuvo la culpa de este pésimo puesto? Cómo no, Pedro Sánchez. No me extraña que el presidente del Gobierno se sienta "nivel Dios". Que te echen la culpa de todo lo que ocurre es casi tan milagroso como que te arroguen todas las bondades del universo.

Por cierto, una aclaración: veo que algunos compañeros periodistas andan diciendo que en España hay sentimiento antisemita. No confundan. Aquí no hay ningún prejuicio ni odio hacia el pueblo judío. Lo que hay, por parte de muchos, es un desprecio y una condena rotunda al genocidio y la masacre que está perpetrando el Gobierno israelí en Gaza. No tiene nada que ver.

Siguiendo con el mundo de los superpoderes malignos de Sánchez, seguro que también son culpa suya dos cosas que he leído esta semana y me llaman mucho la atención. La primera tiene que ver con la medicina. Dermatología vuelve a ser este año la especialidad más demandada por los médicos que aprueban el MIR y otra de las más solicitadas es cirugía plástica, mientras que cardiología baja puestos en las preferencias de adjudicación de plazas. Es el reflejo de la sociedad en la que vivimos, donde lo importante es la imagen. Si llegas al hospital con un ataque al corazón y no hay suficientes cardiólogos para atenderte igual te mueres; pero, oye, te mueres sin arrugas, que ya te has puesto unas cuantas veces bótox y con el culo en su sitio, porque no te faltan unos bonitos implantes.

También llama la atención la escasez de médicos de familia en Castilla-La Mancha. No somos capaces de ocupar ni un 4 % de las plazas que ofertamos. Igual habría que darle una vuelta a cómo fomentar las zonas rurales y cómo atajar la despoblación, porque no es fácil convencer a un joven médico de que el mejor sitio para ejercer su profesión es un pueblo en la sierra de Alcaraz o en el Alto Tajo, por poner dos ejemplos.

Y, hablando del Tajo, dos apreciaciones. El líder regional del PP dice que no se puede permitir que el Tajo, en vez de regar las tierras de los castellanomanchegos, riegue las de los portugueses. Le refresco un poquito la geografía: el Tajo (Tejo en Portugal) tiene más de 1.000 kilómetros y en torno a 150 de esos kilómetros transcurren por Portugal. Vamos, que adónde no debe ir el agua del Tajo es a Levante, porque a Portugal, sí o sí, va.

Y a García-Page, con el que creo que concuerdo en el deseo de poner fin al trasvase Tajo-Segura, le pido que reflexione sobre la contradicción que supone pedir el fin de este trasvase y defender la tubería manchega para que el agua del Tajo se vaya hacia el Guadiana y el río se siga desangrando, aunque sea dentro del territorio de Castilla-La Mancha.

Me toca decir adiós. Me llamo Ángeles y estos son mis demonios.