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Castilla la mancha AURELIA SÁNCHEZ, CONSEJERA DE BIENESTAR SOCIAL

"Los castellano-manchegos han pasado de la depresión a la ilusión con las políticas del Gobierno de Page"

26 diciembre, 2018 00:00

Aurelia Sánchez (Albacete, 1961) nos recibe en la Consejería de Bienestar Social, donde es la máxima responsable, un viernes 21 de diciembre por la tarde, con la Navidad a las puertas y la mayoría de los mortales en modo vacaciones. Allí, además del vigilante, solo quedan junto a ella su jefe de gabinete y su responsable de prensa. Se va a tomar unos días de descanso para estar junto a su familia pero dice estar acostumbrada a exprimir las semanas hasta el final. "Cierra la puerta para que no se vaya la calefacción", dice cuando sale junto al fotógrafo a una de las terrazas del edificio para tomar algunas de las imágenes que ilustran esta entrevista. Con voz pausada pero enérgica, esta psicóloga y licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación que, cuando Emiliano García-Page contó con ella como consejera de su Gobierno en 2015, ya acumulaba en su haber varios lustros en el servicio público como funcionaria de carrera del Cuerpo Superior de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Transmite ilusión por lo que hace, que no es ni más ni menos que tratar de mejorar la vida de los demás. 

Consejera, quedan cinco meses para que acabe la legislatura y llega el momento de hacer balance. ¿Qué hitos destacaría?

La legislatura podría quedar justificada solo con la aprobación de la ley de Protección y Apoyo Garantizado para Personas con Discapacidad y de la ley de Acceso al entorno de las Personas con Discapacidad Acompañadas de Perros de Asistencia, que han supuesto un cambio importantísimo para el colectivo de la discapacidad. Además, las dos leyes se han aprobado por unanimidad. Hemos llegado a acuerdos para mejorar la vida de la gente, y agradezco la generosidad y la responsabilidad de todos lo grupos de las Cortes de Castilla-La Mancha, pero en realidad es es un mérito de toda la ciudadanía: sin el apoyo de todas las entidades que han hecho sus aportaciones a dichas leyes hubiese sido mucho más complicada su aprobación. 

 

A día de hoy el 28 % de los castellano-manchegos están en riesgo de pobreza. ¿Ha bajado pese a ello el nivel de urgencia social en Castilla-La Mancha?

Reconocemos que Castilla-La Mancha todavía está por encima de la media nacional en cuanto a riesgo de pobreza, aunque hemos logrado bajar cuatro puntos la tasa que nos encontramos al inicio de la legislatura. Lo que sí hemos conseguido reducir prácticamente a la mitad la tasa de pobreza severa, pasando del 8,5 % al 4,4 %.  También hemos conseguido poner a los indicadores de pobreza infantil por debajo de la media nacional. No nos satisface, pero hemos controlado las situaciones más alarmantes gracias en buena medida a los planes de empleo, que han supuesto un cambio radical en esta legislatura respecto a la anterior porque buscan que no haya familias sin ingresos en Castilla-La Mancha. Muchos castellano-manchegos siguen en una situación muy complicada, es verdad, pero creo que estamos en el buen camino porque la hoja de ruta que nos marcamos al comienzo de la legislatura está dando resultados.

 

¿Qué rostro tiene la necesidad en Castilla-La Mancha?

Si la pobreza tuviese rostro sería el de una mujer y, probablemente, el de una niña. Eso es algo que ocurre no solo en Castilla-La Mancha sino en el mundo entero, y desde esta Consejería estamos tomando medidas correctoras porque las familias monomarentales suelen ser las más vulnerables. Ahora bien, el bienestar social se concibe en la actualidad como una serie de derechos de la ciudadanía y no como caridad, como ocurría hasta hace 30 años. Eso significa que cualquier persona o familia de Castilla-La Mancha es susceptible de hacer uso en un momento determinado de un servicio o de un recurso social, como por ejemplo la dependencia cuando somos ancianos, la mediación gratuita en caso de separación matrimonial, el protocolo contra el ciberacoso en caso de los niños, etc.

 

La entrada de Podemos en el Gobierno de Castilla-La Mancha supuso la creación de una consejería para para la coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas, exigencia del partido morado para sacar adelante una ley que garantice una renta mínima a toda la población. ¿Era necesario?

La Ley de Garantía de Ingresos y de Garantías Ciudadanas emana de un proyecto del Gobierno de Emiliano García-Page, que desde el principio se marcó un objetivo fundamental: que todos los castellano-manchegos tuviesen una renta. La prioridad es que la tuviesen a través del trabajo, y por eso la importancia de los planes de empleo. Pero, en segundo lugar, si no era posible conseguir esa renta a través del empleo, que fuese una renta temporal hasta que esa persona se incorporase a un trabajo. Es cierto que era importante integrar y unificar todas esas políticas dentro de una misma ley, y el compromiso adquirido con Podemos en el momento de su incorporación al Gobierno de Castilla-La Mancha ha facilitado su desarrollo. En este momento tan convulso social y políticamente, sumar es bueno y buscar elementos comunes es bueno para toda la ciudadanía.

 

¿Qué aporta de nuevo, entonces, esta ley de Garantía de Ingresos y de Garantías Ciudadanas?

Lo que se pretende es que todas las personas o las familias que en un momento de dificultades precisen el apoyo de la Administración no tengan que tocar todas las puertas sino que acudiendo a una ventanilla única ya puedan ser beneficiarios de todos las prestaciones o los servicios que le correspondan. Esto supone cambios y modificaciones importantes en la Administración, por lo que está costando traducirlos en el articulado de la ley.

 

¿Va a dar tiempo a que se apruebe en lo que queda de legislatura?

La ley está bastante adelantada y el objetivo es que se pueda aprobar en esta legislatura, por supuesto que sí.  Estamos en tiempo de que vea la luz en este periodo de sesiones. Tenemos que seguir trabajando para que sea posible. Es una ley hecha con sensatez y con la hoja de ruta marcada por el Gobierno de Castilla-La Mancha. 

 

¿Qué el Gobierno de Castilla-La Mancha haya prorrogado los presupuestos de 2018 ante la ausencia de unas cuentas generales del Estado puede afectar a las coberturas o alterar sus planes de cara a 2019?

No aprobar presupuestos para el 2019 posiblemente nos impida llegar a los objetivos máximos que nos hemos marcado para ese ejercicio, pero desde luego que vamos a cumplir muchos de esos objetivos. Por eso me gustaría hacer un llamamiento a la política con mayúsculas, a la política bien hecha, porque si en el Congreso aprobasen el objetivo de déficit tendríamos un beneficio sustancial todas las comunidades autónomas y nuestros presupuestos serían mejores. 

En 2015 el Observatorio de la Dependencia suspendía a Castilla-La Mancha en la aplicación de la ley y el pasado año la nota ya había subido a un 8,2. ¿Cómo han conseguido pasar del suspenso al notable alto en tan poco tiempo?

Se trata de creer en el sistema y de apostar por él. Recuperar el sistema de la dependencia siempre ha sido, por tres motivos, una prioridad para esta Consejería: porque hay que cumplir la ley ya que es un derecho que tienen los ciudadanos, porque la dependencia atiende a los grupos más frágiles de la sociedad como son las personas mayores y las personas con discapacidad y, finalmente, porque crea muchísima riqueza y empleo. Seguir una hoja de ruta es fundamental y ya en agosto de 2015 esta Consejería puso en marcha un Plan de Mejora del Sistema de Dependencia en Castilla-La Mancha que incluía muchísimos ejes y objetivos: dar seguridad jurídica, incrementar los profesionales, aumentar las prestaciones, quitar las tasas injustas que puso Cospedal para la revisión de los dependientes... Todo eso se ha conseguido.

 

Sin embargo, la Plataforma en Defensa de la Dependencia de Castilla-La Mancha hace críticas feroces a su gestión. En el balance de 2018 denuncian que siguen los copagos, que las prestaciones son 'low cost'... ¿Entiende el enfado?

Lo que hay que valorar son los datos. Solo le puedo decir que todos los meses, desde esta Consejería, hacemos una valoración de los datos oficiales del IMSERSO. Los datos, que son comprobables y contrastables por todos los periodistas y por todos los ciudadanos de Españ, son los siguientes: el mes de noviembre ha sido histórico para la dependencia en Castilla-La Mancha porque nunca antes habíamos tenido casi 58.000 personas dentro del sistema recibiendo casi 70.000 prestaciones, ya que en 2016 modificamos las normas para que una misma persona pudiese acceder a varias prestaciones. Por cierto, el presidente Page ha anunciado que después de Reyes vamos a aprobar un segundo decreto que va a introducir cambios muy importantes para agilizar el procedimiento de la dependencia, como por ejemplo que los niños sean valorados en la mitad de tiempo que los adultos.

 

Los datos también dicen que hay 5.000 personas en el llamado limbo de la dependencia, que son las que han sido valoradas y están a la espera de prestación...

Cuando este Gobierno tomó posesión había 26.900 expedientes valorados por la dependencia y pendientes de prestación. En este momento hay en torno a 5.000, que por supuesto no son los mismos que esos 26.900 expedientes iniciales. La mejoría es impresionante y, además, en un contexto completamente diferente, porque durante la legislatura anterior 600 personas al mes solicitaban la valoración de la dependencia y en este momento la están solicitando en torno a 1.200 personas al mes. Las peticiones de valoración y las revisiones, desde que suprimimos las tasas, se han duplicado. Eso significa que la gente vuelve a tener confianza en el sistema y en el esfuerzo de este equipo humano. Los castellano-manchegos han pasado de la depresión a la ilusión con las políticas del Gobierno de Emiliano García-Page. Ahora la gente sabe que les damos respuestas. Estoy encantada de haber contribuido a generar esperanza.

 

¿El sistema de la Dependencia es sostenible con la aportación económica actual del Gobierno de España?

El presupuesto es imprescindible. El sistema de la dependencia es muy reciente, de 2006, hace poco más de 10 años. Para que avance todos lo tenemos que tratar con prioridad, tal y como lo hace el Gobierno de Castilla-La Mancha.  El Gobierno de España tiene que estar comprometido, aunque es cierto que la ministra ya tiene previsto un incremento presupuestario si se aprueban las cuentas de 2019. Desde Castilla-La Mancha seguimos reclamando al Gobierno de España la deuda de la dependencia y que, además, se incremente anualmente la financiación. Eso es algo que vamos a seguir haciendo gobierne quien gobierne. 

 

En Castilla-La Mancha, como en España y en el resto de Europa, la pirámide poblacional se está convirtiendo en un problema. ¿El envejecimiento y la baja natalidad ponen en peligro el actual sistema de bienestar social?

La prevención es fundamental para evitarlo. Si abandonamos la salud y la calidad de vida de las personas mayores van a envejecer peor, y eso es más caro para ellos y para el sistema. En Castilla-La Mancha hemos puesto un sistema de envejecimiento activo que les hace estar más sanos tanto con actividades físicas como con actividades mentales. ¿Quién puede tachar de electoralista programas como el de termalismo o el de turismo social? Las políticas de prevención, además de generar empleo, tienen una rentabilidad social de bienestar y de salud impresionante. No hay nada más barato para el sistema.

 

Las residencias de mayores detectan indicios de saturación en sus centros. ¿Son necesarias más plazas residenciales en Castilla-La Mancha?

Castilla-La Mancha es la segunda región española en plazas de residencia con financiación pública, pero las plazas residenciales tienen que seguir creciendo porque la esperanza de vida cada vez es más alta. En el año 2019 mil castellano-manchegos se van a incorporar a una plaza residencial con financiación pública. Y lo vamos a hacer con todas las modalidades: con residencias públicas,  con residencias públicas de gestión privada como la que próximamente se va a inaugurar en Priego (Cuenca) o también mini-residencias como las que en los primeros meses del año se van a abrir en Lezuza y El Ballestero (Albacete). También están funcionando muy bien las prestaciones económicas vinculadas al servicio, con las que el sistema de dependencia da una ayuda a la persona mayor para que, junto a parte de su pensión, pueda pagar una plaza en la residencia que ella quiera.

 

De todas maneras, las personas mayores cada vez son más independientes y demandan otros servicios que no son precisamente una plaza en una residencia tradicional. ¿En qué modelos se está trabajando desde Castilla-La Mancha?

En Castilla-La Mancha, por nuestra geografía plagada de pequeños núcleos rurales, estamos apostando por las viviendas de mayores. En provincias como Guadalajara y Cuenca es un recurso fundamental porque las personas mayores pueden seguir viviendo en su pueblo, en su entorno, pero atendidos convenientemente. Se pueden gestionar de numerosas maneras, aunque siempre financiadas por Castilla-La Mancha: gestionadas por los ayuntamientos, por entidades, por cooperativas de trabajadores... Es un modelo muy interesante porque crean empleo y atienden a la gente de sus pueblos. Además, los usuarios no tienen porque residir allí necesariamente, sino que pueden ir solo a comer o incluso recibir la comida a domicilio. Es muy buena idea.

 

En enero se van a licitar las obras de reparación del Hospitalito del Rey en Toledo capital. ¿Cuando va a poder abrirse esta residencia que está acabada y amueblada desde hace años?

Siempre incluyo al Hospitalito dentro del Plan de Infraestructuras Sociales que presentó el Gobierno de Castilla-La Mancha. Nos encontramos 122 infraestructuras acabadas pero sin abrir, a medio construir o por construir, y el objetivo es ir abriéndolas poco a poco para que la ciudadanía pueda disfrutar de ellas. El Hospitalito forma parte de ellas pero yo sé que es especial y una prioridad para la ciudad de Toledo. Eso hace que para mí como consejera también sea una prioridad. En enero vamos a licitar las obras de reforma, porque hace falta darle una vuelta al edificio por el deterioro que ha sufrido al estar cerrado, como problemas en algunos tejados, en los suelos, en algunos muebles... Los problemas no son estructurales, no son importantes, pero impiden ahora mismo su puesta en funcionamiento. Yo estoy deseando que comiencen las obras y dejar el Hospitalito perfecto y preparado para que se pueda abrir. Más interés que tenemos nosotros en que se abra no lo tiene nadie, aunque muchos hayan utilizado este tema políticamente. Nosotros seguimos a nuestro ritmo. 

 

Pero no está en condiciones de dar una fecha de apertura...

Vamos paso a paso. Primero hay que hacer la reforma para después ver cuándo se puede abrir y, sobre todo, el contenido de servicios que va a prestar el Hospitalito. Somos partidarios de evaluar en cada momento los servicios que demandan los ciudadanos. Quiero decir que no nos podemos cerrar en "el Hospitalito fue" porque queremos que "el Hospitalito sea... y más cosas". Queremos que dé respuestas reales a los mayores, sobre todo, del Casco de Toledo. 

 

¿Han decidido el modelo de gestión del Hospitalito una vez que abra sus puertas? Se rumoreó que sería Mensajeros de la Paz, la ONG del Padre Ángel, la encargada de gestionar la residencia...

A mí me gusta trabajar en el presente para el futuro. En el momento en el que esté preparado parra abrirlo será cuando nos tengamos que plantear qué hacemos en este sentido. Mensajeros de la Paz y el Padre Ángel siempre tienen en su mente ayudar y hacer el bien, por lo que nosotros colaboramos con ellos en la gestión de muchas residencias de Castilla-La Mancha. Eso es una realidad. Ahora bien, en este momento no hay ningún compromiso con ninguna entidad, absolutamente, para gestionar el Hospitalito. 

Estamos a las puertas de un año electoral y en mayo de 2019 habrá elecciones autonómicas y municipales en Castilla-La Mancha. ¿Cuál es su pronóstico?

Palpo mucha ilusión en torno a Emiliano García-Page porque está haciendo una política centrada en la ciudadanía. La gente quiere y confía en que siga siendo presidente. Castilla-La Mancha merece su sensatez, solidez y compromiso. Creo que la mayoría absoluta es posible.

 

¿Usted necesita una legislatura más como consejera de Bienestar Social para acabar su proyecto?

No me preocupa dónde voy a estar yo; lo que me preocupa es que se sigan haciendo las políticas sociales que han comenzado en esta legislatura porque creo, de verdad, que son las que necesitan los castellano-manchegos. Soy una profesional que se dedica al servicio público desde hace más de 25 años y soy funcionaria de esta casa, así que tengo claro que voy a seguir trabajando por el bienestar social de los castellano-manchegos. ¿Desde dónde? Desde donde sea más útil. Aunque le tengo que reconocer que el hecho de que me llamara el presidente para ser la máxima responsable de este área fue el mayor regalo que me pudieron hacer.