Joselu Mato dejó la imagen curiosa del partido que enfrentó al Real Madrid y al Nápoles en la Champions League. El delantero anotó el cuarto gol del choque, el que servía para finiquitar la victoria del conjunto blanco ya en el tiempo añadido, y lo más llamativo de todo fue que, en lugar de celebrar con euforia el tanto, lo que hizo fue pedir perdón al público del Santiago Bernabéu.

Esta curiosa reacción del ariete se debió a que antes del gol gozó de varias ocasiones claras para haber marcado mucho antes y, sin embargo, no acertó a definir ninguna de ellas. Comenzaba a desesperarse ya el futbolista del Real Madrid, pensando que se iría sin marcar, pero pudo resarcirse con el gol definitivo ante el Nápoles.

Por eso, tras recibir el pase de Jude Bellingham y matar con un disparo fuerte en el segundo palo, lo primero que hizo el delantero fue dirigirse directamente a uno de los fondos del Santiago Bernabéu y pedir disculpas a la afición con los brazos en alto. No hubo una celebración efusiva, sí una solicitud de perdón. 

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Sus compañeros fueron, no obstante, a felicitar a Joselu rápidamente para festejar el cuarto tanto del encuentro. Se trata, además, del primer gol del delantero en Champions League con la camiseta del Real Madrid, por lo que este fue un momento muy emotivo para él.

Premio a la insistencia

Joselu estuvo sobre el césped del Bernabéu algo más de media hora y en ese tiempo tuvo nueve ocasiones de gol. Marcó en la última, pero antes dispuso de otras acciones que pudieron dar algo más de tranquilidad a su equipo. 

Su primer disparo llegó nada más ingresas en el terreno de juego con un cabezazo a la salida de un saque de esquina que se marcho por encima de la portería de Meret. Poco después tuvo, sin duda, la más clara del partido al cabecear fuera un balón prácticamente a portería vacía.

Joselu lo siguió intentando y tuvo en sus pies cuatro ocasiones más para perforar la portería rival. No lo consiguió, pero a la octava llegó la vencida. Se desmarcó de forma magistral al segundo palo esperando un posible centro hacia esa zona. Y así fue. Bellingham puso un envio magnífico con el exterior de su bota derecha y el ariete del Madrid tan solo tuvo que empujar el balón a la red.

El de el Nápoles supuso el sexto tanto de la temporada para el futbolista gallego. Cinco de ellos han sido en liga y ante el Nápoles se estrenó en Champions. Pidió perdón al inagurar su casillero en la Copa de Europa, pero también disfrutó de uno de los goles que seguramente guarde en su memoria para siempre.