Casemiro ya ha iniciado su octava temporada consecutiva en el Real Madrid y lo hace con una competencia como pocas veces ha tenido antes. El jugador brasileño ha sido titular indiscutible desde la primera etapa de Zidane como entrenador, pero ahora, a sus 30 años, tiene el reto de mantener su puesto ante la pujanza de Aurelien Tchouameni.

Una situación poco habitual para el ex del Sao Paulo, que llegó a Madrid en el año 2012 para jugar en el Castilla y ya es toda una leyenda del club. Casemiro es, desde la época de la BBC, el ancla de un equipo eminentemente ofensivo que agradece sus servicios en forma de destructor de juego y coberturas para laterales y centrales.

Un bastión con más de 300 partidos en el club y que en las últimas temporadas no tenía sustituto natural. Ahora todo ha cambiado.

Casemiro pasa el balón. EFE

En pleno plan renove del Real Madrid en el centro del campo, Florentino Pérez ha fichado a Tchouameni. Esta estrategia no manda, ni mucho menos, al banquillo a Casemiro, pero sí le permite que sus temporadas sean menos maratonianas y que tenga un relevo de garantías. Misma táctica que con Modric y Kroos, que cuentan con futbolistas jóvenes como Ceballos, Valverde o Camavinga para suplirles.

En el caso del alemán y el croata su capacidad técnica y su visión de juego les pone por encima de sus competidores dentro del equipo, ya que el resto de compañeros tienen un corte más físico. Pero Casemiro no goza de esa calidad técnica tan extraordinaria, es un mediocentro defensivo a la antigua usanza y Tchouameni tiene un perfil muy parecido.

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Fuerte, alto, con gran juego aéreo y un talento especial para cortar las posesiones rivales, Tchuoameni se perfila como el pivote del futuro. El propio jugador eligió el Real Madrid hace unos meses a pesar de saber que tendría menos oportunidades de jugar que en Liverpool o PSG, que además tenían ofertas económicas más suculentas.

Un reto que el internacional francés ha querido aceptar y que depara una bonita lucha con Casemiro. Pero, de momento, Casemiro parte con ventaja. Su experiencia en el campo y en el Real Madrid, además de su bagaje en forma de títulos (5 Champions entre otros) hacen que sea uno de los favoritos de Ancelotti. Y el pasado miércoles volvió a demostrar porqué.

MVP de la Supercopa

Casemiro brilló en el debut oficial del Real Madrid en la final de la Supercopa de Europa en Helsinki frente al Eintracht de Frankfurt. Fue el sostén de un equipo que, tras varios sustos al inicio del partido, dominó el resto del choque de manera plácida gracias en buena parte a la labor defensiva de Casemiro.

Pero el internacional brasileño es mucho más que un destructor. Cuando se suma al ataque lo hace con garantías y en las últimas temporadas ha sorprendido a todos acumulando más goles que Modric o Kroos, jugadores sobre el papel con una mayor llegada al área rival.

Fede Valverde y Casemiro, en acción con Jesper Lindstrom durante la final de la Supercopa de Europa 2022 Reuters

En el partido contra el equipo alemán Casemiro no marcó, pero fue decisivo dando a Alaba la asistencia del primer gol. Tras la salida de un córner Casemiro pescó un cabezazo de Benzema que se marchaba para ceder con la cabeza el balón a Alaba y que el austriaco marcara a puerta vacía.

El gol abría las puertas al título y Casemiro se desinhibió en la segunda mitad, llegando incluso a rozar el gol con un zapatazo con la zurda que se estrelló contra el larguero. Una actuación que duró todo el partido, ya que no fue sustituido, y que le valió el reconocimiento como el MVP de la final.

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Así, Tchouameni, que jugó los últimos minutos al lado del '14', sabe que tiene un reto mayúsculo por delante a la hora de pelear por un puesto. La parte positiva para el francés es que se avecina una temporada más cargada que nunca de partidos.

El Real Madrid peleará por seis títulos (ahora cinco, tras ganar la Supercopa) con el consiguiente desgaste en minutos a lo largo del año. Por si fuera poco, el extraño Mundial de Qatar se jugará por primera vez en la historia entre los meses de noviembre y diciembre, lo que comprimirá aún más las competiciones de clubes y exigirá a los equipos plantillas profundas y de máxima calidad para aguantar todo el curso.

Competencia sana

De hecho, Casemiro fue preguntado directamente por Tchouaméni tras la Supercopa, del que dice que "es un gran jugador", le pide que "se deje todo dentro del campo" y le manda un mensaje a Ancelotti diciendo que no cree que "todo el mundo conoce mi carácter y mi lealtad a este equipo". Además, dejó claro que su llegada no le ha "picado".

Casemiro siempre se ha portado como un capitán y una voz respetada dentro del vestuario, un veterano que siempre ha ayudado a desembarcar a los jóvenes. Aunque sean su competencia.

Luka Modric, Casemiro y Toni Kroos Real Madrid

A nivel de rotación, Ancelotti ya reconoció tras el último partido que refrescaría al equipo para el debut liguero en Almería. El técnico italiano siempre ha sido fiel a sus futbolistas más utilizados, pero él mismo ha reconocido que esta temporada no será igual, empezando por el partido contra el equipo indálico.

Esa podría ser la primera prueba para ver por cuál de los dos se decide Ancelotti, aunque todo apunta a que ambos tendrán una buena cantidad de minutos al final del año.

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Una de las circunstancias que puede ayudar a los dos jugadores a tener los minutos deseados es que Tchouameni se puede adaptar a jugar como volante. Normalmente Casemiro siempre ha jugado como mediocentro defensivo único, no lo hace nunca como volante y en alguna ocasión ha declarado que no se siente cómodo en el doble-pivote.

Sin embargo, la juventud y mayor polivalencia de Tchouameni pueden hacer que el francés juegue algo más volcado a la derecha cuando no esté Modric sin necesidad de sentar a Casemiro. Una pareja que sería una verdadera pared de ladrillo difícil de rebasar para los rivales.