La batalla se reanuda. No empieza de cero, como algunos quieren hacer ver. El Real Madrid sigue tomando la delantera en la carrera por Kylian Mbappé. El sueño del delantero francés sigue siendo vestir de blanco y en cuanto a una posible renovación con el PSG, como él mismo ha dejado claro, está "lejos de eso...".

Desde el 1 de septiembre se había instaurado una falsa calma una vez confirmado que Mbappé no jugaría en el Real Madrid. Ha durado el tiempo que el jugador ha mantenido su silencio, algo que no iba a hacer eternamente puesto que tenía mucho que explicar. Superado el trance de sus entrevistas, ahora se abre una nueva fase de la primera operación que arrebataría a un jeque una de sus grandes estrellas.

El pulso se va a hacer largo. Mbappé dice que no cierra la puerta a nada, pero parece más una estrategia para intentar tener el ambiente más tranquilo posible durante la temporada. De París no es fácil salir, ya lo ha comprobado en sus propias carnes, y está por ver cómo reaccionan Al-Khelaïfi y Leonardo -que solo ha hablado para atacar al Real Madrid- tras ser retratados por Kylian.

Mbappé, Leonardo y Al-Khelaifi Reuters

Al PSG se le acaba el tiempo y la cuenta atrás arranca en 87 días. Culminará el 1 de enero de 2022. Para entonces deberá estar más claro el asunto y es que Mbappé, que termina contrato en junio, si no renueva antes, será libre de firmar un precontrato con el equipo que quiera de cara a la temporada 2022/2023. En verano, la única opción en su cabeza era el Real Madrid y parece que lo seguirá siendo.

Pero que nadie se espere que en París no haya movimiento. Leonardo ha vuelto a dejar claro que el PSG sigue queriendo renovar a Mbappé con un nuevo contrato de larga duración y agotarán sus balas en los próximos meses. Nadie duda de que una nueva oferta le llegará al jugador, que ya ha rechazado dos antes, y volverá a estar en cifras que le colocarían como el mejor pagado de la plantilla.

Si la rechaza es cuando habría amenaza de que se produjera un terremoto en el Parque de los Príncipes. Hasta ahora las cosas no van del todo mal entre el PSG y Mbappé más allá de sus obvias diferencias por el deseo del jugador de salir en verano.

La amenaza de Al-Khelaïfi

Leonardo solo le dejó un pequeño recado cuando salió a hablar hace unos meses diciendo que el jugador les había "decepcionado" y ahora no ha dicho nada de él. Al-Khelaïfi se mantiene en silencio, pero en su caso todavía retumba en la cabeza de Mbappé cuando dijo: "Kylian se va a quedar en París, nunca lo vamos a vender y nunca se irá gratis". Fue antes de que el jugador dijera que se quería ir.

Otra negativa a la oferta que se espera que llegue entre octubre y noviembre atacaría directamente al orgullo del PSG y del jeque. ¿Pasarían a la acción? En el recuerdo sigue estando la bronca con Adrien Rabiot, al que mandaron a la grada por no querer renovar como ahora dice Mbappé. Hacerlo con Kylian sería mucho más mediático, de eso no hay dudas, como tampoco las hay de que Al-Khelaifi puede llegar hasta donde él quiera.

Se abren otros dos frentes para Mbappé: uno con la afición y otro con el vestuario. Los seguidores del PSG ya le pitaron después de verano y habrá que ver cómo han recibido sus palabras y cómo se van tomando los avances del caso. En cuanto al vestuario, el foco está puesto más en un tridente (el de Mbappé, Messi y Neymar) que todavía no arrancan y sobre el que ya han empezado a surgir las primeras dudas. 

[Más información: La ruptura de Mbappé con el PSG, Leonardo y Al-Khelaifi: la última oferta que decidirá todo]