Una victoria en un Clásico con la contundencia que supuso el 1-3 regenera cualquier problema, pero no hay lugar para el conformismo en la situación actual del Real Madrid. La temporada marcada por la pandemia del coronavirus ha impuesto un auténtico 'Tourmalet' en este final de mes de octubre. Pero es que la derrota ante el Shakhtar ha puesto entre la espada y la pared a los de Zinedine Zidane en el inicio de esta Champions 2020/2021. Es por lo que esta salida para visitar al Borussia Monchengladbach será tan determinante.

Solo vale un triunfo para los merengues en este primer viaje por Europa tras la pandemia. No será un lugar sencillo y para muestra está ese empate a dos que consiguieron los alemanes en San Siro ante el Inter de Milan. Le faltaron un par de minutos a los de Marco Rose para confirmar la machada en Italia. Esto sirve como aviso de que la menor oportunidad que el cuadro madrileño les de será un gran riesgo que no pueden correr.

Las bajas seguirán marcando la situación de la plantilla de Zidane. El lateral derecho está sufriendo una plaga inimaginable en la planificación de la temporada. Sin Dani Carvajal, sin Álvaro Odriozola y sin Nacho Fernández, tras la prueba fallida con Ferland Mendy, Lucas Vázquez tendrá que volver a improvisar con la confianza que le ha dado la buena segunda mitad ante el Barça. Eso sí, la exigencia es mayor y no es su posición. No será sencillo.

El regreso de Hazard

Sin lugar a dudas, la gran novedad de la convocatoria está en la vuelta de Eden Hazard. No se esperaba que volviera hasta después del parón de selecciones y Zidane ha sorprendido incorporando al belga en este viaje. Desde el club se ha establecido total cautela con el jugador llegado hace dos veranos como la nueva estrella del equipo. Aún no ha debutado esta temporada y la necesidad de verle en su función apremia para la afición blanca. Tampoco se puede descartar nada con las palabras del técnico francés en rueda de prensa.

Eden Hazard, durante el viaje a Alemania.

Mientras que Hazard se recupera del todo y encuentra su estado al cien por cien, Zidane ha encontrado en el centro del campo su gran valor para continuar con las sensaciones positivas. Tanto Fede Valverde, como Luka Modric y Toni Kroos son las tendencias que quieren liderar el cambio para dar continuidad a las sensaciones que ha traído consigo el triunfo ante el Barça.

Lo que está más que claro es que este equipo es otro con Sergio Ramos. El capitán volverá a jugar en Champions League después de perderse los dos últimos encuentros, ambos acabaron con derrota. El central se perdió los choques frente al Manchester City y contra el Shakhtar Donetsk y sin él ha quedado demostrado que la plantilla tiene un gran agujero. Su regreso a la máxima competición continental será una gran noticia para el once.

No es ninguna broma

Un portero consumado, una línea de defensas más prometedora, un centro del campo rocoso y talentoso y un ataque con vértigo y velocidad para poder hacer daño a cualquier rival. No son un equipo constante, ni hay una estrella consagrada, pero este Monchengladbach no va a poner las cosas fáciles a ningún rival del grupo. Cuando quedó conformado ya se avisó de la calidad de los rivales del equipo blanco. Solo ha hecho falta un partido para constatarlo.

Los jugadores del Borussia Monchengladbach, durante el último entrenamiento. Foto: Twitter (@Borussia)

Marco Rose es uno más de esa camada de grandes entrenadores que han surgido en los últimos años en Alemania. Su paso por Salzburgo y la factoría Red Bull supuso un antes y un después en su carrera. Ahora, después de su primera temporada en Gladbach en la que clasificó a 'Los Potros' para la Champions, ha quedado más que constatado que es capaz de crear entornos más que interesantes a los que prestar la atención.

Con jugadores prometedores como Marcus Thuram, otros ya consolidados como Lars Stindl y Christoph Kramer y los más que útiles Alessane Pleá, Jonas Hofmann y Mathias Ginter, el conjunto alemán va a dar mucha guerra en esta edición de la Champions. El bloque sólido que ha conseguido Rose tendrá su gran noche este martes y no puede haber ni media oportunidad para la relajación en los de Zidane.