Cuando Zinedine Zidane puso encima de la mesa el nombre de Raphaël Varane a alguno pudo parecerle arriesgado. Incluso descabellado. Aquel joven de 18 años jugaba en el Lens, un equipo de segunda fila en Francia que carecía de protagonismo alguno en el país galo. Sin embargo, para el ojo clínico de Zizou no pasó desapercibido. 

Zidane en el partido ante el PSG

ZIDANE, EL ARTÍFICE DE SU FICHAJE

El teléfono sonó en casa de Varane que, centrado en los estudios, no se encontraba en disposición de prestarle atención a la llamada. Al otro lado estaba su ídolo. Su referente. Estaba uno de los personajes más emblemáticos del país galo. Estaba, nada más y nada menos, que Zidane.

PREPARADO PARA TRIUNFAR

Fue entonces cuando a Varane se le iluminaron los ojos ante la magnitud de la situación. El resto es historia. Firmó por el Real Madrid, se consolidó en su segunda temporada como titular -a sus 19 años, por delante de Pepe- y comenzó a justificar el por qué de su fichaje. Imbatible en velocidad, infranqueable en el juego aéreo y con facultades para sacar la pelota jugada desde atrás, pese a su envergadura, Varane tenía, y tiene, las condiciones para triunfar de blanco. 

Varane intentando rematar a la portería

IGUALA A ZIDANE EN PARTIDOS CON EL REAL MADRID

Seis temporadas después, el artífice de su fichaje ha visto como su pupilo se ha puesto a su par. Varane suma ya 227 partidos con la camiseta madridista y está llamado a marcar una época en el conjunto merengue. Con 24 años, ha sido titular en dos de las tres finales de Champions que el Real Madrid ha disputado y es, junto a Sergio Ramos, uno de los pilares defensivos en el centro de la zaga. El maestro sabía lo que se traía entre manos cuando apostó por su compatriota. Ahora, el '5' del Madrid está en buenas manos. Tan buenas, que el aprendiz va camino de superar al maestro. Por lo de pronto, ya le ha igualado.

Noticias relacionadas